El músico sufrió un accidente cerebrovascular en 2015.
La Segunda
SANTIAGO.- El cantautor nacional Jorge González tuvo que sortear uno de los obstáculos más difíciles de su vida. En febrero de 2015,
el músico sufrió un accidente cerebrovascular, el que lo dejó con secuelas físicas. Tras esto, el ex integrante de Los Prisioneros se refirió en pocas ocasiones al tema.
Sin embargo, con su amiga la actriz Patricia Rivadeneira dio una extensa entrevista para el semanario The Clinic. En la nota el intérprete habló de varios temas, incluyendo su vida tras la enfermedad que lo aquejó y anunció que ya tiene listo un libro autobiográfico y un disco doble con demos inéditos.
El músico de 61 años dejó su casa en La Reina para irse a vivir a San Miguel, la comuna en donde se crió y donde surgieron Los Prisioneros. Su cambio lo justificó porque está más cerca de sus amigos y su familia.
González dejó claro que lo que le pasó "no es una elección", sino que "es una imposición del destino". A pesar de eso, aseguró no estar enojado con lo ocurrido. "Yo me merecía algo malo, me tocaron demasiadas cosas buenas. Y el destino, en parte, lo hace uno, así es que estoy conforme con ello. “Todo está bien si termina bien”, decía el caballero Shakespeare, y creo que tiene razón", dijo.
"Pensaba que ya había hecho lo que tenía que hacer y que estaba bien. Si me muero mañana, me voy a morir contento", señaló el intérprete acerca de si creyó que se iba a morir.
Jorge González tras el accidente cerebrovascular tuvo que comenzar a asistir a la Teletón, el que comparó con "un club de los enfermos". "Pienso que el club de los sanos también está enfermo, pero de la cabeza", sostuvo.
Más allá de lo sucedido, el cantautor anunció que tiene listo un libro autobiográfico, el que quiere lanzar en conjunto con un disco de demos inéditos. Ambos trabajos fueron editados, además, por los hermanos del cantante, Zaida y Marco.
"Encuentro que es un paso que tengo que dar. Pero por ahora va a ser una primera parte, porque tengo la ambición de vivir unos años más. Aunque eso no lo sabemos. Ahora sé que no soy de fierro. Antes pensaba que nada me entraba, que era una persona inmortal. Ahora creo que el alma es inmortal, pero el cuerpo falla", indicó. "Me doy cuenta de que me queda mucho, pero no igual. Tengo que tener más cuidado. Y pretendo no distraerme. Por ejemplo, ahora estoy tranquilo, y esa es una manera de conservar la vida. Y siempre, de alguna forma, luchamos por nuestra vida, aunque yo tengo más conciencia que los demás de eso".