Álvaro Scaramelli preside la SCD desde 2015.
El Mercurio
SANTIAGO.- "Lo primero que quiero aclarar es que no son $160 millones como se dice". Con esa frase, el presidente de la Sociedad Chilena de Derecho de Autor (SCD), Álvaro Scaramelli, se defendió de las acusaciones de una ex funcionaria de la entidad que lo llevaron a tomar la decisión de realizar una auditoría.
En entrevista con
El Mercurio, el músico explicó que dicho corresponde a dos pagos, uno de los derechos generados en 2016, que corresponden a los derechos generados en 2015 por $14 millones. Mientras que el otro en 2017, por un monto de $87 millones.
Según explicó, la cifra corresponde no sólo a sus canciones, sino que también a los trabajos que ha realizado como productor, los cuales comenzaron antes de que asumiera como presidente de la SCD. "Pero todo lo que uno musicaliza no repercute hasta el año siguiente, porque los derechos se pagan con un año de diferencia", afirmó.
Scaramelli comentó al medio que antes de asumir el cargo en 2015 habló con el director general de la entidad, Juan Antonio Durán, y le manifestó su preocupación de que sus autorías aumentarían. "Me señaló que en los estudios no dice nada de que un autor no pueda recibir derechos (...) Además, estos ingresos no tienen nada que ver con la administración del consejo. Es muy difícil que un consejero pudiera meterse en un área administrativa", afirmó.
Para respaldar sus dichos, el músico explicó cómo funciona el modelo de repartos, explicando que existe un monto total de recaudación anual, del cual se reparte entre los socios el 73%, según la ejecución de sus canciones en cada área; mientras que lo restante se destina a gastos sociales, culturales y de administración de la SCD.
Es por eso que afirmó que existen otros músicos que reciben millonarios ingresos, al igual que él. "Pero eso está en el ámbito de las personas que hacen musicalización para la televisión. Como los montos son privados, no estamos acostumbrados a conocer que un autor pueda recibir $40 millones en una liquidación. No es raro que la gente que musicaliza reciba esos montos, como tampoco es que los que suenan mucho en las radios tengan montos superiores a estos", aseguró Scaramelli.
"Hoy, un músico, que esté sonando y tenga éxito, puede decir tranquilamente que vive de los derechos de autor. Los derechos ya no están siendo un apéndice ni algo extra; hoy hay artistas que se pueden comprar un departamento con estos ingresos si están en alta rotación. Los que reciben dinero son aquellos cuyas obras se utilizan, y tenemos una gran cantidad de músicos cuyas obras no son ocupadas, y son ellos los que plantean las sospechas", agregó.