
El ambicioso proyecto de James Cameron desplegó uno de los sets cinematográficos más grandes de la historia. En los estudios de Fox Baja Studios, en México, se instaló una réplica casi a escala real —de sólo un 90%— del acontecido barco. Tanto fue el detalle, que la producción no escatimó ni siquiera en los decorados en los interiores y exteriores de esta imitación. Sólo para las escenas del hundimiento, se ocuparon cerca de 9 millones de litros de agua.

Una pregunta que todo espectador se ha hecho. Tanto así que el programa "Cazadores de mitos" realizaron una copia de la puerta que en la película no soporta a Jack y Rose, dejando al personaje de DiCaprio sumerjido en las gélidas aguas del Atlántico. Los resultados le dieron la razón al público.

En los intentos perfeccionistas de James Cameron por lograr una película exitosa, la construcción de una réplica casi exacta del Titanic fue uno de sus objetivos. Justamente, el costo de realizar esta película (US$ 200 millones) superó al prespupesto que tuvo la naviera White Star Line en 1910 para construir el barco original (US$ 150 millones), tomando en cuenta la inflación del dólar.

A comienzos de este mes, la actriz Kate Winslet confirmó que entre los nombres que se barajaron para el papel de Jack Dawson estaba el actor Matthew McConaughey. "Hice una audición con Matthew, ¿no es extraño?", dijo en el programa de Stephen Colbert, "The Late Show". Además del ganador del Oscar, Chris O'Donnell y Billy Crudup también sonaban para el rol.

Debido a la magia del cine, el montaje le otorgó a Jack Dawson un gran talento para el dibujo. Sin embargo, en la vida real, DiCaprio no tenía las habilidades artísticas que su personaje, pero curiosamente el director sí. Es así como las tomas de los retratos y la secuencia en que dibujan a Rose (Winslet) son de James Cameron en acción.