SANTIAGO.- "
Una puerta, tal vez una salida. La entrada a una dimensión sin límites o la vía de escape de la demencia". Este breve texto acompaña a una pintura abstracta en tonos tierra, donde pareciera que numerosos hombres emergen en masa desde un túnel negro. Los pelotones de acrílico sobre el lienzo siempre nos dan pistas del autor que está detrás del pincel. Sin embargo, para cualquiera sería difícil adivinar que esta obra fue pintada dentro de una cárcel.
La muestra "Expresión de libertad" reúne pinturas realizadas por doce internos de la Ex Penitenciaría de Santiago. Todos ellos son alumnos del taller de arte, una de las asignaturas que imparte el
Liceo de Adultos Herbert Vargas Wallis, al interior del centro de detención.
"Este liceo alberga aproximadamente 900 estudiantes de diferentes niveles, desde los que son analfabetos, hasta quienes están por egresar de cuarto medio", explica Cristián Araya, director del establecimiento.
Para realizar esta muestra, la profesora de artes visuales María Eugenia Albornoz les pidió que trataran de plasmar sus reflexiones en torno al concepto de libertad. El resultado fueron una decena de obras de gran valor expresivo y estético, donde se hacen presentes cadenas, túneles, puertas, rostros, la Cordillera y otros paisajes naturales. Cada obra va acompañada de un breve texto, que fue elaborado por los mismos alumnos privados de libertad, en las clases de lenguaje.
"El trabajo en el taller es muy interesante porque yo les planteo temas y mientras están trabajando, me están dando a conocer lo que ellos sienten", cuenta Albornoz, quien ha liderado el taller durante seis años. "Antes de aceptar a un nuevo alumno en el taller le pregunto si siente de corazón la necesidad de expresarse. No importa que no sepa nada, yo les enseño, pero deben sentirlo; y ellos me han dicho que si, que sienten la necesidad", añade.
La clase de arte dura una jornada completa y se imparte una vez a la semana, los días martes. Albornoz explica que comienzan con las clases de pintura y luego exploran técnicas como xilografía, serigrafía y carboncillo, luego cada estudiante puede elegir con cuál de ellas trabajará. Los internos que pueden participar son los que han adquirido beneficios por buena conducta.
La profesora a cargo comenta que el número de alumnos en el taller es variable. "Los alumnos van y vuelven. A veces tienen que ir al área técnica o al hospital. Otros, muchas veces son llevados a otros centros de detención y algunos ya no están porque salieron en libertad" , comenta.
"Me costó acostumbrarme. Yo llegué desde otro colegio de la comuna, donde era un ambiente libre, sin embargo aquí hay que presentarse para entrar y hay que esperar para salir. Entonces me costó, pero encontré en los jóvenes una riqueza enorme y eso me hizo quedarme", cuenta Albornoz.
"Todos deberían entender que que la formación artística es un eje transversal del aprendizaje. En el arte, los alumnos privados de libertad encontraron una herramienta que les permite relacionarse con mayor afectividad en un medio, que como todos sabemos, es agresivo", sostiene la profesora.
"La verdad yo hago este trabajo con gusto y con ganas, porque en el transcurso de mis seis años a cargo del taller, he visto jóvenes interesados y ávidos de querer conocer. Ellos logran sentir tan profundamente, que me demuestran una calidez que no había sentido nunca por parte de los estudiantes".
"Expresión de libertad" estará abierta al público hasta el 19 de julio, en Calle Fábrica #1861. El espacio que alberga la exposición es la Casa de la Cultura de la Universidad Bernardo O'Higgins, institución aledaña a la Ex Penitenciaría, que organizó la muestra a través de su Dirección de Extensión.