SANTIAGO.- A 31 años de que
Arnold Schwarzenegger protagonizara la cinta que presentó al temible
"Depredador", el director
Shane Black llega con una nueva propuesta atestada de muertes, sangre y tecnología.
Al igual que en su primera versión, la trama se desarrolla en la
selva con un
grupo de militares siendo afectados por la presencia alienígena. Desde las primeras escenas, se revela el aspecto monstruoso de los depredadores, los que ahora no llegan solos, sino que acompañados por unos
perros-alienígenas violentos pero obedientes.
Pese a que existen algunas similitudes,
la cinta de Black se aleja bastante de la original, la que él mismo coprotagonizó como un soldado cercano al personaje de Schwarzenegger. Ahora la producción está cargada a esa idea de
llevar todo al extremo, con gran cantidad de cadáveres, armas, sangre e incluso más de un depredador.
Los personajes, con tendencias a la
ironía y a las palabras groseras, están liderados por el capitán McKenna (
Boyd Holbrook), un hábil francotirador que fue trasladado hasta México para enfrentar a una banda de narcotraficantes. Pero su misión se vio interrumpida por el aterrizaje inesperado de una nave espacial, desde donde apareció el primero de los depredadores.
Aunque las fuerzas policiales intentaron ingresarlo a un centro psiquiátrico, McKenna vuelve a tener un encuentro con el temible extraterrestre, pero ahora acompañado por un grupo de ex uniformados de
dudosa salud mental y una doctora experta en biología (
Olivia Munn). Juntos comenzarán una batalla para salvar la vida del hijo de McKenna, Rory (
Jacob Tremblay), un niño superdotado que tuvo acceso a algunas armas fundamentales para la supervivencia del depredador.
Foto: AP
En medio de la acción, la película entrega varios espacios para el humor, especialmente en las intervenciones de estos militares "dementes". Pero todo vuelve a tornarse oscuro cuando el depredador despierta y comienza a hacer daño, y solo logra ser controlado por otro depredador aún más grande y sádico.
La lógica narrativa se pierde bastante, pero es probable que a los fanáticos de este tipo de ciencia ficción eso no les sea relevante y le terminen otorgando a "El Depredador" un espacio privilegiado en la siempre competitiva lista de la taquilla. Si se vuelve o no popular, será fundamental para ver si se desarrolla esa pequeña semilla puesta al final de la cinta con la intención de dar vida a una secuela.