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Guillermo Parvex explora el crimen de Manuel Rodríguez en nuevo libro: "Era una leyenda y un personaje idolatrado"

En "¿Quién asesinó a Manuel Rodríguez?", el autor se adentra en las circunstancias de su muerte, pero también la identidad de sus autores materiales e intelectuales.

22 de Abril de 2019 | 06:00 | Por Alberto Rojas
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"Siempre vi a Manuel Rodríguez como un personaje muy admirado popularmente, pero a mi modesto entender un poco relegado por los historiadores, que lo retratan más como un personaje anecdótico. Además, me ha llamado mucho la atención el aura de misterio que envolvió su vida y, en forma muy especial, su muerte".

Con estas palabras responde Guillermo Parvex, autor de "Un veterano de tres guerras", "Servicio secreto chileno en la Guerra del Pacífico" y "1978. El año que marchamos a la guerra", sobre la motivación que tuvo para escribir su nuevo libro "¿Quién asesinó a Manuel Rodríguez?" (Ediciones B, $ 16.000). Una obra que explora las diversas versiones sobre su homicidio, ocurrido el 26 de mayo de 1818 y las contrasta en busca de esclarecer no solo las circunstancias de su muerte, sino también la autoría intelectual -atribuida principalmente a Bernardo O'Higgins- y material del crimen.

- ¿Cuánto tiempo le tomó la investigación para escribir este libro y qué archivos tuvo la oportunidad de consultar?

- La investigación duró aproximadamente un año y medio, y se basó mayoritariamente en fuentes primarias. Si bien es cierto que cito a importantes historiadores chilenos, casi el 80% de la información proviene de fuentes primarias, gran parte de ellas del Fondo Capitanía General del Archivo Nacional de Chile, del Museo Histórico Militar, y de algunos archivos de Perú y Argentina.

- ¿De qué manera la figura de Manuel Rodríguez amenazaba los planes de Bernardo O'Higgins y José de San Martín para el futuro de la región?

- Estimo que la figura de Manuel Rodríguez, en solitario, no era una fuerte amenaza, pero sí lo era al compartir sus postulados republicanos y democráticos con los hermanos Luis, Juan José y José Miguel Carrera, todos amigos desde la infancia. La propuesta de gobierno de los Carrera y Rodríguez era absolutamente contrapuesta a la idea de gobierno de San Martín y O'Higgins, americanista y autocrática.

- En ese sentido, ¿cómo era la relación entre Manuel Rodríguez y los hermanos Carrera?

- Fue una relación con altibajos, pero que en la línea del tiempo de sus vidas podría ser denominada como de una gran amistad y absoluta lealtad. Recordemos que cuando José Miguel Carrera asumió el gobierno de Chile en 1811, Rodríguez fue uno de los principales ministros. Debido a fuertes discrepancias, fue expulsado del gobierno por Carrera y condenado a relegación, la que no alcanzó a cumplir porque se le anuló este castigo y muy pronto Rodríguez fue nuevamente convocado a formar parte del gabinete. Desde ahí en adelante siempre se mantuvieron muy unidos, aunque su accionar fue por distintos carriles, ya que San Martín aceptó los servicios de Rodríguez en el Ejército Libertador, pero O'Higgins se opuso a que los hermanos Carrera formaran parte de él.

- Estos episodios, junto con otros similares, demuestran lo convulsionados que fueron los primeros años del Chile independiente, en términos políticos.

- Sin duda que, como en toda revolución, los primeros tiempos fueron confusos, plenos de convulsión, de grupos antagónicos y de distintas miradas sobre el futuro de la naciente república. Y esto fue desde el mismo 18 de septiembre de 1810, es decir, desde la Primera Junta de Gobierno, en la cual inmediatamente surgieron dos facciones: aquellos que querían mantener la dependencia del rey de España y de los que deseaban aprovechar la oportunidad para independizarse de la corona. Esta misma fuerte división se mostró en el primer Congreso Nacional.

Los autores intelectuales y materiales del crimen


- El libro establece que en el asesinato de Rodríguez participaron numerosas figuras de esa época, tanto en términos intelectuales como materiales. En su opinión, de todos ellos, ¿quién considera usted que jugó el papel más importante y por qué?

- En cuanto a la autoría intelectual del asesinato, este no se habría cometido sin la anuencia del Director Supremo, Bernardo O'Higgins, quien finalmente optó por la vía de su eliminación física para evitar su oposición ideológica. En cuanto a los autores materiales, queda absolutamente claro que el teniente español Antonio Navarro no fue el homicida, sino dos oficiales argentinos, el entonces coronel Rudecindo Alvarado y el mayor Severo García de Sequeira. Sin embargo, a la luz de la investigación, el verdadero instigador de este crimen es el abogado argentino Bernardo José de Monteagudo, por ese entonces jefe de gabinete, consejero y auditor de O'Higgins.

- ¿Y a qué atribuye el arraigo popular de Manuel Rodríguez, a diferencia de otras figuras de la independencia nacional?

- Siendo una persona de gran educación, un profesional universitario, era muy querido por el pueblo dada su sagacidad, valentía, arrojo y cercanía con la gente de menores recursos. Rápidamente se fue transformando en una leyenda y en un personaje idolatrado, lo que en gran medida generó las antipatías de sus adversarios políticos. Además, poseía una gran capacidad oratoria y una simpatía de la que carecían algunos de sus adversarios.

- Al término de su investigación, ¿siente que aún queda algún cabo suelto en torno a esta historia?

- Quedan cabos sueltos, sin ninguna duda. Sería de una pretensión absoluta pensar que con mi investigación ya se escribió la historia definitiva sobre el asesinato de Manuel Rodríguez. Lo más importante que queda por investigar es el paradero de sus restos.
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