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Último capítulo de "Game of Thrones": Un final políticamente correcto que dejó impresiones divididas

La serie que mantuvo a millones de personas expectantes durante los últimos nueve años, emitió esta noche el sexto episodio de su octava temporada, el que causó sentimientos encontrados entre sus seguidores.

19 de Mayo de 2019 | 22:58 | Por Nathalia Quijada, Emol
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Desde hace nueve años que los fanáticos de "Game of Thrones" esperaban este día. Esta noche, en el sexto y último episodio de la octava temporada, al fin se reveló el nombre de quien se sentará en el Trono de Hierro y quedará al mando de los Siete Reinos.

No fueron pocos quienes cuestionaron la calidad dramática de esta temporada final, reclamando que faltaba dar contexto a las batallas y que parecía que la conclusión se estaba dando de manera precipitada. Pero cada fanático tenía expectativas distintas, y HBO no estaba para satisfacer individualidades.

ADVERTENCIA: Los siguientes párrafos podrían contener spoiler


A la altura o no, lo cierto es que este cierre trajo consigo una gama de emociones. Todo transitó en una profunda devastación que terminó con Daenerys Targaryen con más sed de poder que nunca. Ante todos, se llamó la reina de los Siete Reinos y manifestó sus intenciones de liberar al mundo entero. "La guerra aún no ha terminado", dijo a Los Inmaculados.

Entre los guerreros, Arya Stark observa con sigilo y pareciera que repasa en su mente el discurso de odio de la Madre de Dragones. Sabe que lo que dice no es lo correcto, y adelanta que Sansa no estará conforme con sus cuestionables decisiones en el poder.

A un costado de la reina, Jon también la observa. Le es leal, sabe que debe estar a su lado, pero no se siente cómodo con su discurso. Tyrion, por su parte, fue el más sincero. Después de ver el cuerpo de su hermana Cersei tendido junto al de Jaime, le enrostró a Daenerys que no compartía su manera de actuar y que no se arrepentía de liberar a su hermano, sabiendo que eso le significaría perder su posición y caer preso.

Ya encerrado, Tyrion recibe la visita de Jon. Entre ambos entablan un debate entre si es o no correcto seguir las decisiones de Daenerys, y aunque Jon le manifiesta que ella es su reina y que siempre la acompañará, lo cierto es que en su interior se cuestionaba los pasos a seguir: ¿Era el amor hacia ella lo más fuerte e importante?

A los minutos después se le ve visitando el Trono de Hierro mientras Daenerys lo contempla con sentimientos de triunfo. Jon le enrostra el desastre que dejó, todos los niños quemados que se ven por las calles y la matanza masiva a esclavos de los Lannister. Le exige que tenga misericordia, mientras ella le asegura que juntos "construirán un mundo mejor".

La escena se vuelve romántica con un beso entre ambos, pero parecía tener tintes de dobles intenciones, y así fue. Jon le enterró una daga a Daenerys, la mató. Su cuerpo quedó tendido a pocos metros del Trono de Hierro y Drogon fue a recogerlo para trasladarlo lejos, pero no sin antes quemar el Trono y fundir así el sueño de muchos en Westeros.

El capítulo da un breve salto en el tiempo y en poco muestra a Tyrion pidiendo a los líderes que elijan a su nuevo rey. Aunque Samwell sugirió que se aplicara la democracia y que la decisión fuera tomada por el pueblo, nadie lo escuchó y solo rieron. Todo parecía indicar que el puesto sería de Sansa, pero Tyrion tenía una sugerencia "con poder histórico".

En su discurso, el Lannister sobreviviente argumentaba que el verdadero merecedor de los Siete Reinos era Bran Stark, el Cuervo de Tres Ojos que al dejar de caminar aprendió a volar, y que es la memoria viva de todos. "A Bran no le interesa gobernar y no puede engendrar hijos", reclamó Sansa, a lo que Tyrion respondió que es lo mejor que podría pasar, ya que de ahora en adelante lo ideal es que el trono no sea heredable.

Las palabras de Tyrion hicieron sentido a todos, y "Bran el Roto" se convirtió en el nuevo rey de los Siete Reinos. Sansa, por su parte, apoyó la decisión pero anunció que el Norte sería independiente, como lo fue en gran parte de su historia. El destino de Jon fue menos favorable y terminó de regreso en la Guardia de la Noche, pero en compañía de su fiel lobo huargo y encontrando un puesto de liderazgo ante Los Salvajes.

El destino de la poderosa Arya fue distinto al de sus hermanos, y en lugar de liderar algunas tierras decidió aventurarse a descubrir "qué hay al oeste de Westeros", ahí donde los mapas no han llegado.

De este final podríamos decir que fue políticamente correcto, sin dar grandes sorpresas aparte de la muerte rápida de Daenerys y la coronación de Bran. Si bien cumple con la línea que se venía dando en las últimas dos temporadas, muchos esperaban algo más impresionante y un desarrollo más completo de los momentos dramáticos, lo que no ocurrió. Finalmente, todo pareció trasladarse hasta un principio, dejando una sensación de que poco y nada hubiera pasado.
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