Sophie Koch, destacada mezzosoprano que vino a Chile: "No puedo prometer que la ópera seguirá existiendo en 20 o 50 años"

SANTIAGO.- Después de 32 años de ausencia regresa al Teatro Municipal de Santiago la ópera "El caballero de la rosa", una "comedia para la música" según el mismo compositor de la obra, Richard Strauss.

Para el director de escena, Alejandro Chacón, esta "es una oportunidad única de ver una ópera que no se presenta mucho (pues) en los 161 años de historia del Teatro, se ha programado tres veces".

Según Chacón, esta ópera "es la música más fantástica que se ha hecho jamás y contiene, quizás, el fragmento musical más grandioso de todos".

Además, será un regreso en grande pues la aclamada mezzosoprano francesa Sophie Koch, reconocida como una de las mejores intérpretes de Octavian en la actualidad, vino al país por primera vez para ser parte del elenco internacional de la obra.

Con libreto de Hugo von Hofmannsthal, "El caballero de la rosa" invita a reflexionar sobre la madurez, el paso del tiempo y la sublimación del deseo.

La Mariscala, una mujer madura y presa en un matrimonio sin amor, tiene como amante al joven Octavian. El barón Ochs pide a La Mariscala, que es su prima, que en su nombre pida la mano de la joven Sophie, hija del nuevo rico Faninal. La Mariscala encarga a Octavian la tarea, pero al conocer a Sophie, Octavian se enamora de ella.

Sophie Koch, quien lleva 20 años interpretando el rol de Octavian, cuenta a Emol que su personaje es muy rico en diferentes sentimientos: "Hay muchos momentos divertidos que me encanta interpretar, pero también me encanta mostrar la fragilidad del personaje. No es solo arrogante, tiene momentos de arrogancia con el señor Ochs, y en otros momentos es conmovido profundamente y se desespera y es frágil. Así que intento mostrar todos estos aspectos diferentes".

- No lo creo. Solo disfruto ser alguien más y ¿por qué no un hombre joven? Esto es parte del teatro. Así como es el teatro Noh en Japón, en que hombres viejos interpretan a jovencitas (se ríe), yo tengo que interpretar a un hombre joven.

- Puede ser, porque creo que no lo interpreto mucho como un adolescente ahora, lo interpreto quizás un poco como un hombre joven, no como un niño… porque yo también me hice más madura. Tiene que calzar con el personaje que soy yo ahora y la impresión que doy en el escenario ahora, que no es la misma que hace 20 años. Hay que adaptarlo.

Una de las dificultades que tiene esta obra es que fue creada en alemán, lo que implica que "hay muchos detalles pequeños por detrás que solo pueden ser entendidos por germano parlantes", adelanta Koch. No obstante, habrá subtítulos en la puesta en escena y la intérprete espera que "la gente pueda apreciar las situaciones, las partes divertidas, las emocionales".

La mezzosoprano confiesa que, a pesar de los años, todavía se pone nerviosa cada vez que tiene que salir al escenario a interpretar el rol. "Ojalá pudiera deshacerme de eso, pero no, sigue pasando", dice.

Además, revela que uno de los "rituales" o cábalas que tiene para prepararse antes de la puesta en escena, es tomar un té con jengibre. "Eso me da energía", asegura.

- ¿Cómo preparas tu voz antes de una función?

- Tengo que controlarlo más porque soy mayor que cuando empecé hace 20 años. El control demanda más tiempo, hay que ponerle atención.

- ¿Cómo lo haces?

- Con ejercicios. Es como un deporte. Me toma unos 30 minutos.

- ¿Crees que ha cambiado tu voz con el paso del tiempo?

- Sí, ha cambiado. Ahora mis cuerdas vocales son más grandes y tengo que controlarlas más. Cuando era más joven tenía que concentrarme para ser capaz de cantar estas largas líneas, y ahora tengo que concentrarme en reducir mis cuerdas para mantenerlas delgadas… es un trabajo diferente.

Koch comenzó a cantar desde que era una niña, en el coro de su colegio. Cuando entró a estudiar en la universidad quiso ser parte del coro de la casa de estudios, pero no se lo permitieron porque no tenía buenas notas altas. Debido a lo anterior, la francesa decidió tomar clases de canto y terminó dedicándose a la ópera "gracias a esta audición en la que fallé", cuenta.

- ¿Es difícil comenzar a ser una cantante de ópera?

- Sí, por supuesto. Creo que hoy en día es aún más difícil. Ahora que soy profesora puedo decir cuán difícil es porque la competencia es extremadamente alta. Tuve la suerte de comenzar y de tener siempre trabajo. Nunca me faltó y eso es una gran suerte... Hoy en día conozco a gente que, por ejemplo en Chile… escucho a muy buenos cantantes y sé de algunos que tienen que buscar otro trabajo para poder sobrevivir. Eso es muy duro.

La mezzosoprano asegura que actualmente un gran desafío de la ópera es llegar a nuevas audiencias, y dice que admira a cantantes pop que logran mantenerse "arriba de la ola" por muchos años, a pesar de ser un ambiente aún más competitivo que la ópera, según ella.

- ¿Qué opinas de los cantantes pop de ahora? ¿Crees que efectivamente son "cantantes"?

- Por supuesto que son cantantes… me gustan muchos de ellos.

- ¿Cuáles?

- Esta película de Lady Gaga… tu puedes pensar lo que sea pero ella tiene un gran talento. Ella juega con la provocación como lo hizo Madonna pero esta es una carrera real, al igual que la de Madonna.

Son grandes intérpretes, no solo cantantes. Son personas muy inteligentes que conocen exactamente el gusto de sus fans… y me gustan muchos grupos también, como Coldplay. Creo que debes ser muy inteligente y trabajar mucho para durar… lo que es un gran problema porque la competencia es más grande quizás que en la música clásica. Ser capaz de durar 10 años, 20 años, 30 años.

- ¿Es un desafío muy grande para la ópera llegar a nuevas audiencias?

- Es una gran pregunta. No puedo prometer que la ópera seguirá existiendo en 20, 30 o 50 años. No lo sé, quizás desaparecerá porque desafortunadamente hay un declive de la cultura en todos los países. Un declive de inteligencia... el nivel de estudios es más bajo ahora de lo que solía ser. Tengo una gran teoría sobre eso. Creo que es una cosa política, financiera, económica que hace que la gente evite pensar… en orden de controlar a la gente.

No tener individuos, pero tener una masa que puede ser controlada mejor por influencers políticos, financieros, económicos. Creo que es algo muy peligroso para la sociedad hoy en día. Es como una dictadura y la gente no reacciona al consumo, quieren tener más y más y están dispuestos a hacer lo que sea para llegar a cierto nivel.

- ¿Crees que la ópera es una vía para abrir la mente y pensar más?

- Absolutamente. Pero sacarla y llevarla a gente joven es un gran desafío.

- ¿Por qué?

- Es muy exigente porque tú vas a un espectáculo y dura 2,3, 4 horas. Yo tengo una niña, tiene 14 años y le gusta la música clásica pero… esta gente joven va a internet, reproduce cualquier cosa y es solo consumo. Lo tomas, lo dejas. Y no se concentran. Una canción dura 2 o 3 minutos y luego la cambias, pero no te alcanzas a concentrar. La gente tiene dificultades para concentrarse, para aprender, debido a las pantallas. Los smartphones, las tabletas, computadores hacen difícil que puedan concentrarse… ¿crees que vienen a una ópera a escuchar más de una hora de música clásica sobre un asunto que no es su ocupación? Es un gran desafío.

- Hay quienes consideran que la ópera es elitista, ¿qué crees tú?

- No, para nada. El origen de la ópera era súper popular en Italia. Todos podían asistir a una… ¿tu crees que la belleza es algo elitista? Yo creo que es para todos. La belleza es una manera de ser consciente de que no es solo consumo, de que hay algo que es diferente de la rutina diaria, que te ayuda a respirar mejor, de tener algo en tu imaginación. Ese es el rol de la belleza. Y la belleza está en la ópera, en la música, en las películas, en la naturaleza. Y creo que todos necesitan la belleza.

- ¿Para ser mejores?

- Para sentirse mejor. Para tener un balance porque la vida puede ser muy difícil para mucha gente y si les das un poco de belleza es bueno para sus almas.

Con dirección musical del maestro chileno Maximiano Valdés, "El caballero de la rosa" promete ser uno de los hitos de la temporada. En total se ofrecerán seis funciones, entre el 12 y el 19 de junio, y el valor de las entradas comienza en los 4.000 pesos.

La obra se presenta en una coproducción de la Ópera de Colombia, Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo y Municipal de Santiago - Ópera Nacional de Chile.