Al cumplirse 10 años de su muerte, Roberto Sánchez, conocido internacionalmente como Sandro (1945-2010), sigue vivo en los corazones de los miles de fans que cosechó en América, con canciones que traspasaron generaciones y un personal estilo que le convirtió en el eterno "Elvis argentino".
Sandro falleció de sepsis un 4 de enero de 2010 en el Hospital Italiano de Mendoza tras una larga enfermedad pulmonar, pero su legado artístico sigue rompiendo silencios con más de 41 álbumes musicales y clásicos atemporales como "Porque yo te amo", "Rosa, Rosa" y "Las manos", a los que hay que sumar las 11 películas que protagonizó.
Once discos de oro, un Grammy latino a su carrera en 2005 y premios como el Gardel de Oro, el más importante de la música argentina y del que Sandro fue el primer destinatario en 1999, lustran una larga carrera que se inició en los años '60 y que transitó del rock a la balada romántica.
Guiñazú señala que él se encargaba de todo en sus espectáculos: "vestuario, letras, arreglos musicales..." y que aún se conservan soldados de plomo que Sandro usaba para mostrar al resto de músicos la disposición que tendrían que tener al actuar.
Los proyectos del autor trascendieron la interpretación e incluso llegó a dirigir una película, que según consideró el propio cantante fue plagiada en un videoclip de Billy Joel, lo que motivó una demanda en Estados Unidos que luego retiró.
Sin embargo, no solo hubo éxitos en su carrera, puesto que fracasó en uno de sus mayores proyectos: poner en marcha una ópera rock de ciencia ficción llamada "El último hombre", que tuvo que abandonar tras ser estafado por razones económicas, según Guiñazú.
Para Maris, se trata de "el más grande de la música" y cree que debería haber más esfuerzos para mantener su legado, aunque considera "que nunca se le va a dejar de escuchar", ya que son canciones que conocen "padres, madres, hijos y nietos".