Recuperado de una aparatosa caída que lo envió al hospital en 2020, el cantautor español
Joaquín Sabina afirmó este martes sentirse bien de salud, pero
descartó volver a los escenarios hasta que la gente pueda beber, fumar y estar sin mascarilla en los conciertos.
"Me siento bien, pero yo no pienso volver a los escenarios mientras la gente esté con mascarilla, o no pueda levantarse, o no pueda fumar o tomar una copa", afirmó el artista de 72 años en un evento en su honor en el Instituto Cervantes en Madrid.
"Y me temo que eso no será, sobre todo en América Latina que está peor, hasta dentro de un año y medio por lo menos,
pero sí volveré", prosiguió el cantante de "Y sin embargo", "Calle Melancolía" o "Por el bulevar de los sueños rotos".
Durante un concierto en la capital español
a en febrero de 2020, Sabina se cayó del escenario y debió ser hospitalizado por más de una semana. Estuvo en cuidados intensivos y fue intervenido para evacuarle un hematoma intercraneal.
En años recientes,
afecciones de salud lo llevaron a cancelar o posponer recitales.
Pero Sabina
dijo estar actualmente bien de salud e incluso celebró "haber sobrevivido a todas estas maldades que nos han asolado", en referencia al covid, que dijo no haber tenido.
"
Me he portado como un ciudadano ejemplar, no he salido, he llevado mi mascarilla, (aunque) he seguido fumando y bebiendo", confió entre risas.
También poeta y pintor,
Sabina dijo estar "moderadamente en paz" consigo mismo, al reflexionar sobre su larga vida artística.
"Estos días pensaba que
he escrito un libro, he tenido dos hijas y hasta (...) trasplanté un olivo, en realidad no me falta nada", señaló. "He llegado a los 72 años y aún no me considero un hijo de puta y con eso me basta", agregó.
Ataviado con sombrero bombín, anteojos oscuros y chaqueta negra de cuero,
Sabina acudió al Instituto Cervantes para depositar un legado en un voluminoso cofre metálico, en el sótano de la sede mundial de la institución.
La donación incluyó su colección completa de la revista literaria argentina Sur, que durante el siglo XX contó con colaboradores de la talla de Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Octavio Paz, Federico García Lorca y Gabriel García Márquez.
El cantante entregó
también el manuscrito de la letra de su canción "Soledad", varias pinturas, su libro de sonetos autografiado y una colección de fotos junto a sus amigos, entre ellos Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez y Alfredo Bryce Echenique.