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Crítica de cine | "Aún estoy aquí": "Un buen reflejo del dolor en tiempos de dictadura"

La película brasileña encabezada por Fernanda Torres se volvió la sorpresa de la temporada de premios y ya está disponible en salas nacionales.

08 de Febrero de 2025 | 07:19 | Por Agustín Pérez Achurra.
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Fernanda Torres en una escena de "Aún estoy aquí".

Andes Film
Cuando anunciaron los nominados a los Premios Oscar 2025 el pasado 23 de enero, todos quedaron perplejos al ver que la película representante de Brasil, "Aún estoy aquí", fue nombrada dentro de las diez prestigiosas cintas nominadas a la categoría de Mejor película. Desde entonces sólo ha ganado vuelo, generando un recibimiento mayoritariamente positivo y una mayor distribución mundial, incluyendo su estreno en Chile.

La película, basada en hechos reales, se desarrolla en Brasil en 1970 y narra la historia de Eunice Paiva, quien debe enfrentar la desaparición de su esposo, Rubens Paiva.

Rubens, ex diputado y activista, es víctima de las fuerzas armadas durante la dictadura brasileña, un hecho que tendrá consecuencias permanentes en la vida de Eunice y su familia.

"Aún estoy aquí" es un potente y emocionante drama que muestra los daños que dejó la dictadura brasileña en las familias de ese país.

Anclada por una magistral Fernanda Torres, esta película merece todo el reconocimiento que le ha llegado. Por eso, en esta nota dejaremos las virtudes más importantes de esta gran historia:

El impacto en lo rutinario

Es probable que muchos piensen o comenten lo mismo. Efectivamente, en Chile no somos ajenos a que el cine refleje este tipo de historias que marcaron a la región completa entre los 70's y 80's. Y aunque hemos visto reencarnaciones de estos tiempos de todo tipo, "Aún estoy aquí" logra diferenciarse con la sutileza con la cual retrata los impactos de esta dictadura sobre una vida familiar.

El enfoque no está en lo macro: no hay revoluciones, activistas o movimientos, y el ejército solo se ve en algunas escenas. La película se centra en lo micro, en lo cotidiano, en cómo cambian las responsabilidades familiares y en la carga emocional que debe soportar una madre.

Cada hijo tiene una reacción diferente, ya sea inocencia por su corta edad, frustración por no ser parte de la conversación, angustia por estar lejos, o rebeldía por los cambios que están viviendo. Este conjunto de emociones se reflejan de gran manera en pantalla y la película se da el tiempo para que podamos ver y entender esto.

Por lo mismo, aunque el contexto suene conocido, la dirección que toma ésta al contrastar los momentos de felicidad versus penuria de un hogar, le permite tomar una perspectiva fresca.

Fernanda Torres

Fernanda Torres entrega una actuación magistral, sutil y fuerte, que canaliza todo el peso emocional de esta densa historia y se destaca incluso por sobre la película misma.

La actriz debe representar a una madre que busca proteger a sus hijos con temple, a pesar de su constante angustia por el paradero de su marido, lo que significa que para los otros personajes debe ser fuerte, pero para la cámara debe ser vulnerable.

Este balance es difícil de encontrar, especialmente para que parezca auténtico ante los ojos de una audiencia que entiende el contexto. No obstante, Torres encuentra el tono preciso para mostrar esto y cada hito emocional de la historia que pasa por ella se desarrolla de forma brillante.

Su nominación al Oscar a Mejor actriz es más que merecida. Incluso, se puede considerar como (posiblemente) la mejor actuación dramática de la temporada.


Fernanda Torres en una escena de "Aún estoy aquí". Crédito: AP.

Retrospección

"Aún estoy aquí" basa muchos de sus elementos históricos y cinematográficos en la nostalgia. En la trama, es el anhelo por volver a tiempos mejores o por extrañar a seres queridos. En la producción, es el diseño de todo lo que vemos en función de la década en la que se desarrolla, incluso la cinematografía, que ajusta esta nostalgia a una cinta de grabación en rollo 8mm (o la denominada "super 8").

Esta es una historia basada en hechos y personas reales, por lo que se trabaja muy bien desde lo técnico para poder representar los sucesos que marcaron a la familia Paiva. Esto se logra gracias a una gran dirección de Walter Salles, que muestra la sensibilidad necesaria para transportar a la audiencia a los años 70' s.


Fernanda Torres en otra escena de "Aún estoy aquí". Crédito: AP.

La combinación de todos estos elementos, desde lo general a lo particular, otorga una película que es un fiel reflejo de los sentimientos que se expresaron en la época.

Siendo muy emocional en su núcleo, "Aún estoy aquí" puede ser un poco más lenta de lo necesario y podría ser considerada una historia parecida a las que hemos visto en el país, pero es definitivamente una experiencia nueva que merece el reconocimiento mundial que los premios le han otorgado.

Nota: 4.3/5.0.

"Aún estoy aquí" ya se encuentra disponible, solo en cines.

Agustín Pérez Achurra, crítico de cine (https://www.instagram.com/hobby.space/)
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