A menos de dos semanas de la ceremonia de los Premios Oscar 2025, la cartelera de cine se va llenando de cintas nominadas que buscan consagrarse como lo mejor del año. Una de estas entregas es
"El Brutalista", una de las películas que
ha generado más aclamación en la crítica especializada y que cuenta con
10 nominaciones, incluyendo Mejor película, Mejor director, Mejor actriz de reparto y Mejor actor de reparto.
El film
cuenta la historia del inmigrante húngaro László Tóth (Adrien Brody), un arquitecto brutalista que escapa de los horrores de la guerra para comenzar una nueva vida en Estados Unidos. Lo que parecía la tierra prometida, de a poco comienza a convertirse en una decepción cuando László se da cuenta que no hay oportunidades en ese país para personas como él. Su destino cambia cuando
conoce a un hombre adinerado llamado Harrison Lee Van Buren,
quien solicita los servicios del arquitecto, otorgándole la estabilidad que busca, pero a un precio muy alto.
"El Brutalista" es un
relato de magnitudes colosales, no solo por sus
tres horas y media de duración, sino que también por su escala cinematográfica que logra mantener las raíces de una
historia palpablemente humana. Este es un tipo de película que cada vez se ve menos y que se eleva por sobre el resto de su competencia como una obra magna. En esta nota destacaremos los grandes méritos que tiene esta película y por qué vale la pena ver.
Abrumadora y detallista
Al igual que una obra arquitectónica de estilo brutalista,
esta película es austera, pero monumental a la vez. Tiene una historia que, a primera vista (o en un primer visionado), cuenta un gran solo relato. Sin embargo, al poner atención, nos damos cuenta que
su trama funciona con múltiples capas de personajes que reflejan diferentes arcos humanos, que van avanzando, evolucionando y enfrentando dilemas.
Como audiencia, seguimos a László en su difícil camino por Estados Unidos: sus altibajos personales, su sentimiento de rechazo, su adicción, su obra arquitectónica y su aprendizaje. Es un viaje complejo, pero no es la única historia en juego. "El Brutalista" teje un reparto de personajes cuyas interacciones aportan nuevas perspectivas. Desde el magnate Harrison Van Buren y su obsesión por el control, pasando por Erzsébet y su adaptación a una nueva vida; continuando con Harry y su clasismo, Maggie y su bondad, entre otros.
László es el protagonista, pero también el recipiente de todas las historias que lo rodean.
Puede ser mucha trama para una película, especialmente una de tal longitud. Sin embargo, la solidez con la que la historia opera en distintos niveles, es un testimonio del gran trabajo de guion que Brady Corbet y Mona Fastvold han construido.
Guy Pearce (derecha) encarna a Harrison Lee Van Buren, un hombre de mucho poder, que tiene grietas en su personalidad altruista. Crédito: AP.Lenguaje cinematográfico
Las múltiples nominaciones que "El Brutalista" recibió no fueron cuestión de suerte.
A nivel técnico, la entrega de Corbet funciona de forma impecable, con cada engranaje encajando a la perfección y moviendo la gigantesca máquina que es la vida de László.
Primero está su cinematografía. Este es un filme grabado en Vistavision, un tipo de fotograma poco utilizado en la industria que, en pocas palabras, no distorsiona su foco para parecerse al ojo humano, si no que "aplana" el cuadro. Esto le permite al director tener tomas de edificios grandes sin tener que ocupar lentes especiales en las cámaras, otorgando en la pantalla ese sentido de magnitud a la obra de László. A su vez, le da un toque nostálgico a la cinta, que
se ve como una película de otros tiempos en Hollywood.
Por otro lado, está el sonido.
La banda sonora de "El Brutalista" desborda en sutileza y emoción, a pesar de ser minimalista. Es una orquesta que logra que la música sea digna de toda la calidad que se ve en pantalla.
Por último, está la edición.
Cada escena tiene tiempo para respirar, permitiendo que uno como audiencia pueda absorber el peso de lo que está pasando. Esto no siempre funciona y, efectivamente, hace que la historia sea más lenta, pero le da un poder diferente a una obra ya se diferenciaba del resto.
El elenco
Gran parte de la atención se la ha llevado Adrien Brody por su papel como László Tóth. El veterano intérprete parece ir por camino seguro a su segunda estatuilla como Mejor actor y, la verdad, es que es merecido. Sin embargo,
su gran rol es acompañado por otras increíbles actuaciones que merecen ser destacadas.
Los otros dos nominados a los Oscar 2025,
Felicity Jones y Guy Pearce, hacen una labor fabulosa como Erzsébet y Harrison respectivamente. La primera muestra sutilmente la sensibilidad de una mujer quebrada físicamente, pero fortalecida en su convicción. Mientras que el segundo retrata a un hombre de mucho poder, pero que tiene grietas en su personalidad altruista que se van notando a medida que avanzamos con la obra.
Al igual que en el deporte, la idea o la estrategia no funciona si es que no están los intérpretes necesarios para llevar a cabo la visión de quien los comanda. Por suerte para Brady Corbet, su elenco no solo entendió el mensaje, si no que elevaron con su talento una historia bien escrita.
Felicity Jones interpreta a Erzsébet, la esposa de László, una mujer quebrada físicamente, pero fortalecida en su convicción. Crédito: AP.Un intermedio
Otro elemento que hace a esta película única es su intermedio. "El Brutalista"
presenta una pausa de 15 minutos en la mitad de la cinta (cuando llega al minuto 100 aproximadamente). Esto le permite a la audiencia tomar un descanso, comprar algo, ir al baño y renovarse antes de continuar la historia.
Esto es algo que no se ve en el cine moderno, y que es
una buena solución para las obras de autor que le piden tiempo y paciencia al público. Sigue siendo una inversión de tiempo importante, pero por lo menos pueden experimentar algo que no sabemos si volverá al cine nuevamente.
Única
Con todo lo ya dicho, quedan pocos argumentos que agregar para seguir destacando las virtudes de esta entrega.
Podría no ser del gusto de todos, ni tampoco el panorama ideal si es que alguien busca algo tranquilo,
pero sí es una experiencia enriquecedora para los que buscan en el cine historias únicas.
Además de su duración y de alguno que otro problema en su final,
"El Brutalista" es una obra colosal que lo más probable es que pase la prueba del tiempo y sea recordada como una de las mejores películas de la década, o por lo menos como una de las mejores hechas. Esta es una recomendación segura para los que quieren ver este otro tipo de cine, que otorga muchísimo valor a la experiencia, pero que hoy tiene menos espacio en la cartelera.
Nota: 4.9/5.0