Político francés la pide de vuelta: ¿Por qué la Estatua de la Libertad pertenece a Estados Unidos?
El monumento se concibió como un gesto de amistad franco-estadounidense para conmemorar, en 1886, el centenario de la Declaración de Independencia del país norteamericano.
La Estatua de la Libertad, uno de los monumentos más icónicos del mundo, representa un símbolo de libertad, esperanza y democracia desde su inauguración en 1886, cuando fue entregada como un regalo de parte del pueblo francés al pueblo estadounidense, convirtiéndose en un signo de amistad entre ambas naciones.
Desde su llegada, la estatua ha sido propiedad de los Estados Unidos, en un hecho avalado incluso por la Unesco, que tiene la estatua en su lista de tesoros del Patrimonio Mundial.
Recientemente, el político francés, Raphaël Glucksmann, propuso que Estados Unidos devolviera la estatua a Francia, como una crítica a ciertas directrices que ha tomado el gobierno de Donald Trump. Solicitud que fue rápidamente rechazada por la Casa Blanca.
¿Por qué es Estados Unidos el legítimo dueño de la Estatua de la Libertad?
En primer lugar, es importante aclarar que no existe posibilidad alguna de que Francia logre salir de victorioso de una posible reclamación del monumento.
La Unesco, que tiene la estatua en su lista de tesoros del Patrimonio Mundial, señala que es propiedad del gobierno de Estados Unidos.
Estatua de la Libertad. | AP
Inicialmente, se concibió como un gesto monumental de amistad franco-estadounidense para conmemorar el centenario de la Declaración de Independencia de Estados Unidos ocurrida el 4 de julio de 1776.
Pero una guerra que estalló en 1870 entre Francia y los estados alemanes liderados por Prusia, desvió las energías del diseñador del monumento, el escultor francés Frédéric-Auguste Bartholdi.
El regalo también tardó en ser financiado, y se alcanzó el acuerdo de que los franceses pagarían por la estatua y los estadounidenses cubrirían los costos de su pedestal.
La estatua fue transportada en 350 piezas desde Francia, y fue oficialmente inaugurada el 28 de octubre de 1886.
¿Qué argumentó el político francés que reclamó la estatua de vuelta?
Como miembro del Parlamento Europeo y copresidente de un pequeño partido de izquierda en Francia, Raphaël Glucksmann no puede hablar en nombre de todos sus compatriotas.
Pero su afirmación en un discurso pronunciado este fin de semana de que algunos estadounidenses "han elegido ponerse del lado de los tiranos" refleja las repercusiones que ha tenido la política exterior e interior del Presidente Trump en Francia y otras partes de Europa.
"Devuelvan la Estatua de la Libertad", dijo Glucksmann el domingo a los seguidores de su partido Public Place, quienes aplaudieron y silbaron. "Fue nuestro regalo para ustedes. Pero aparentemente la desprecian. Así que ella estará feliz aquí con nosotros", agregó Glucksmann.
Parlamentario francés, Raphaël Glucksmann. | AP
La Casa Blanca desestimó los comentarios, y afirmó que Francia debería estar "agradecida" por el apoyo de Estados Unidos durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
Glucksmann, a su vez, respondió que la gratitud francesa por los sacrificios de guerra estadounidenses es "eterna", pero añadió que "si el mundo libre ya no interesa a su gobierno, entonces tomaremos la antorcha, aquí en Europa".
"Nadie, por supuesto, vendrá a robar la Estatua de la Libertad", escribió en X. "La estatua es suya. Pero lo que ella representa pertenece a todos", subrayó.
¿Qué respondió Estados Unidos?
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, fue consultada sobre los comentarios de Glucksmann, y respondió que Estados Unidos "definitivamente no" se separaría de la icónica estatua.
"Mi consejo para ese político francés de bajo nivel, sin nombre, sería recordarle que es sólo gracias a Estados Unidos de América que los franceses no están hablando alemán en este momento", dijo Leavitt.
Lo anterior, hace referencia a la lucha de Estados Unidos con las potencias aliadas para liberar a Francia de la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial. "Deberían estar muy agradecidos", reiteró la política republicana.
Secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt. | AFP
Pese a ello, la deuda de gratitud es recíproca. Leavitt pasó por alto el papel clave de Francia en apoyar a los futuros Estados Unidos durante su guerra por independizarse del Reino Unido.
En su respuesta, Glucksmann dijo que su petición de que la Estatua de la Libertad regresara a Francia había sido intencionado como "una llamada de atención".
"Todos nosotros en Europa amamos a esta nación a la que sabemos que le debemos tanto", publicó.
"Se levantará de nuevo. Ustedes se levantarán de nuevo. Contamos con ustedes", concluyó.
Estatua de la Libertad. | AP
Parlamentario francés, Raphaël Glucksmann. | AP
Secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt. | AFP
