De izquierda a derecha: Álvaro Vargas Llosa, Gonzalo Vargas Llosa y Morgana Vargas Llosa, hijos de Mario Vargas Llosa, caminan portando dos urnas con los restos de su padre luego de que fueran cremados.
EFE
A una semana de la muerte del Nobel de Literatura
Mario Vargas Llosa, su hijo
Álvaro explicó la razó
n por la cual las cenizas de su padre fueron divididas en dos urnas.
Cabe recordar que los restos del escritor peruano fueron cremados el lunes pasado en el Centro Funerario y Crematorio del Ejército de Chorrillos, a donde fueron trasladados desde su casa en Lima, y
entregados a sus tres hijos: Álvaro, Gonzalo y Morgana.
Álvaro y Gonzalo portaron dos urnas, una mayor que la otra, mientras que su madre, prima y exesposa del literato, Patricia Llosa, los esperaba en el exterior de las instalaciones.
El hijo mayor del último representante del conocido movimiento como boom latinoamericano, envió una carta al medio español El País en la que dio a conocer que las cenizas del Nobel peruano se repartieron en dos urnas, ya que
una de ellas descansará en Europa, mientras que la otra se quedará en Lima, donde pasó sus últimos días de vida acompañado de sus familiares.
Según recogió el medio El Español, Álvaro (59 años) publicó la misiva mientras
viajaba junto a su familia a dejar los restos de su padre, "al lugar que sabes del Viejo Continente".
Junto con ello, el primogénito de Vargas Llosa dio a conocer que la
despedida del escritor se llevó a cabo
en una ceremonia íntima, tal y como deseaba y lo había solicitado el autor de "La ciudad y los perros" antes de morir.
Asimismo, indicó que logró llegar a tiempo para despedirse de su padre.
"Me recibiste con una risotada", escribió Álvaro, señalando que el autor se mantuvo alegre hasta sus últimos días.
En tanto, el mayor de los tres hermanos recordó que dos días antes de que muriera el Nobel de Literatura,
le leyó el poema "Le Bateau ivre", de Rimbaud, gesto que lo emocionó.
"
Me dijo, con los ojos brillando de emoción: 'Je me souvenais du rythme, pas des mots '('
Me acordaba del ritmo, no de las palabras')", escribió Álvaro.
En la misma carta, este último también le dedicó unas palabras a sus hermanos por haber acompañado y cuidado a su padre hasta su fallecimiento: "Morgana, que batalló como una leona en estos meses; Gonzalo, que viajó tantas veces desde Siria, donde cumple con su labor en ACNUR, hasta Lima", sostuvo.
Tampoco se olvidó de su madre, Patricia Llosa, quien fue la esposa del escritor durante 50 años, y a quien definió como "esa santa en vida", y por último, recordó a los seis nietos del también excandidato presidencial, quienes ya lo echan de menos.
"Hemos perdido un trozo de nosotros (y a mi mejor amigo). Pero, como dicen que le dijo Renoir a Matisse cuando este lo vio pintando a pesar del traumático reúma que sufría: 'El dolor pasa, la belleza permanece'. Adiós, Varguitas querido", concluyó Álvaro la emotiva carta.