SANTIAGO.- La Iglesia Católica
prohibió este martes procesar, esparcir y mantener en casa las cenizas de sus seres queridos a todos los creyentes, a través de un documento que incorpora un nuevo lineamiento para las sepulturas en dicha religión. Una polémica medida que responde principalmente al constante aumento de esta práctica funeraria alrededor del mundo.
Así también lo ha admitido la propia entidad a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la que destacó
en su texto que la cremación se ha extendido "notablemente en muchos países" y "al mismo tiempo también se han propagado nuevas ideas en desacuerdo con la fe de la Iglesia".
Y es que para muchos resulta una opción más simple que la inhumación o entierro, y que además permite guardar los restos de los fallecidos en diversos objetos, como collares o ánforas.
Según cifras publicadas por la Sociedad de Cremación de Gran Bretaña en 2014, Japón es el país con el mayor porcentaje de cremaciones respecto de las muertes anuales, con un 99,7%. Le siguen países como Taiwan y Hong Kong, en los que el 92% y 90% de sus fallecidos respectivamente, son incinerados.
En lo que respecta al continente europeo, varios países han seguido esta tendencia. Suiza tiene el mayor número de casos, pues el 87% de las muertes terminan en cremación; le siguen Eslovenia y Dinamarca con un 83% y 81% cada una, respectivamente. Más atrás se queda Suecia con un 80% y el Reino Unido con un 75%. Mientas que Alemania, uno de los países con más relevancia política en el continente, registra un 55%.
Estados Unidos, por su parte, también ha incrementado un alza en la industria de la incineración los últimos años, como una respuesta a los altos costos de las prácticas funerarias tradicionales. Según publicó "The Huffington Post", el costo promedio de una inhumación es de US$8.500, mientras que la cremación cuesta entre los 3.000 y 5.000 dólares.
De esta forma, cifras de la Asociación de Crematorios de Norteamérica reflejan que en el país liderado por Barack Obama, la incineración de cuerpos se ha casi duplicado en 15 años, pasando de un 26% en 2000 hasta un 48% en 2015. En tanto, en Canadá, la cifra de cuerpos que son cremados ha alcanzado el 69% del total de muertes anuales.
Catolicismo y la cremación
Ante este escenario, la Iglesia liderada hoy por el Papa Francisco ha activado la alerta e intentado detener que esta práctica se extienda entre sus adeptos. Y es que a pesar de que este procedimiento es más abundante en países protestantes o donde cuya mayoría de ciudadanos no practica el catolicismo, también es posible encontrar altos índices en naciones cuyas creencias y cultura están ligadas a la doctrina del Vaticano.
Tal es el caso de países como Brasil, donde existen 43 lugares para contratar el servicio de cremación, y de Argentina, nación de origen del actual Pontífice, donde hay al menos 95 crematorios en todo el país.
Sin embargo, existen también algunas sociedades católicas que han preferido, como también lo hace la Iglesia, las inhumaciones o entierros comunes. Sucede en Italia, fuertemente marcada por el catolicismo, donde sólo un 19% optó por la incineración del cuerpo de un ser querido y en Cuba, donde se registra un índice aún más bajo, con un 12%.
No obstante, los países con menor porcentaje están en Medio Oriente y África, como los Emiratos Árabes donde apenas el 1,25% de las personas fallecidas fueron incineradas y de Ghana, donde se pudo detectar que el 7% lo hizo.
De esta forma, las cifras demuestran que las preocupaciones del Vaticano están basadas en un escenario certero: la práctica de la cremación se ha vuelto un procedimiento cada vez más común y que, según las proyecciones, va viento en popa.