SANTIAGO.- La Asamblea Nacional de Venezuela (AN), de mayoría opositora, aprobó este martes iniciar un procedimiento con miras a un "juicio político y penal" contra el Presidente Nicolás Maduro, como una nueva alternativa para sacarlo del poder, luego de que el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) decidiera paralizar el proceso revocatorio en su contra.
Así, a través del "Acuerdo en Defensa de la Constitución, la democracia y los Derechos Humanos" y en medio de las negociaciones entre el Ejecutivo y la oposición para disminuir los niveles de tensión política en el país, el Legislativo acordó que "la comisión (legislativa) prepare el inicio del estudio de responsabilidad penal, responsabilidad política y abandono del cargo" en contra del Mandatario.
Pero, ¿qué significa y cuáles son las implicancias de un "juicio político" en Venezuela?
Sin "impeachment"
A pesar de que el Parlamento posee herramientas para revocar la gestión de Maduro, en Venezuela no existe la figura de "juicio político" o "impeachment" en su Carta Magna, por lo que tampoco se podría realizar un proceso como el que terminó con la salida de la Presidenta Dilma Rousseff en Brasil este año.
De hecho, así lo recordó el Presidente de la AN y dirigente opositor, Henry Ramos Allup, luego de que se aprobara el procedimiento en contra del Mandatario.
"He escuchado una especie de confusión por mala lectura de la Constitución o mal entendimiento, confundiendo juicio de evaluación política con juicio de destitución del Presidente", aclaró.
Responsabilidad política
Aún así, y según consigna el diario venezolano "El Nacional", la oposición cuenta con dos posibles caminos para poner en jaque la continuidad del jefe de Estado y acusarlo de "propiciar la ruptura democrática en el país". La primera de ellas es establecer que el Mandatario posee una responsabilidad política.
La Constitución venezolana le entrega el poder al Congreso de ese país, de investigar e interpelar a cualquier funcionario público que se encuentre en ejercicio, pues es parte de "su función de control". De esta forma, si se logra detectar que incumplió o cometió alguna falta a sus labores como tal, se puede determinar una responsabilidad política.
Esta medida puede llevar a que Maduro sea destituido, pero para ello, debe ser aprobado por el Consejo Moral Republicano o Poder Ciudadano -compuesto por la Defensoría del Pueblo, el Ministerio Público y la Contraloría General de la República- y, en última instancia, por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
"Dentro del juicio por responsabilidad política puedes contemplar que se quebranta el orden constitucional al aprobar sin consentimiento del Legislativo los decretos de Estado de excepción o el Presupuesto Nacional. Además, también están las limitaciones para activar el referéndum revocatorio", explicó el abogado José Vicente Haro.
Pero esta posibilidad tiene más implicancias simbólicas. Entre los obstáculos que deberá enfrentar la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se debe considerar en primer lugar que, según analistas, es muy poco probable que la Fiscalía dé su aprobación a una medida de estas características, y segundo, el Tribunal Supremo ha sido acusado por la propia oposición de ser un ente regido por las influencias gubernamentales, principalmente por declarar a la AN en desacato.
Abandono del cargo
No obstante, existe una segunda alternativa que podría resultar más concreta. Ésta corresponde a declarar que Maduro hizo abandono absoluto de su cargo. Aunque si bien él no ha dejado su gestión, como sucedería si decidiera irse del país de forma definitiva, la Asamblea Nacional (AN) podría declarar la falta a sus labores probando que no ha garantizado la estabilidad de los derechos humanos de los venezolanos, lo que llevaría a su destitución.
En reemplazo al liderazgo del país asume temporalmente el presidente del Parlamento, quien tendría el rol de convocar a unas nuevas elecciones. Ello, sólo si es que la resolución es publicada antes de fin de año. En caso de que el proceso no tenga resultado hasta 2017, será el vicepresidente Ejecutivo quien terminará el periodo de gestión del Presidente, hasta que llegue la hora de unos nuevos comicios.
Sin embargo, la decisión se elevaría también al análisis del TSJ, que de acuerdo a todos los precedentes, es probable que lo dejaría sin efecto.
De esta forma, sin la opción aún de reimpulsar el revocatorio, la MUD se ve con muy pocas chances de concretar la salida del Presidente de Venezuela. Aún así sus dirigentes han expresado que agotarán todas las instancias, a pesar de que con ello la tensión en el país sudamericano continúe en aumento.