SANTIAGO.- Los resultados fueron claros: con el 66,1% de los votos, el ex ministro de Economía y líder del movimiento de centro "En Marcha!", Emmanuel Macron, se convirtió en el próximo presidente de Francia tras vencer categóricamente a la abanderada del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen.
Si bien se trató de un escenario absolutamente esperado tanto para analistas como para el público en general considerando lo que arrojaban las encuestas antes de los comicios, los días anteriores estuvieron marcados respecto del futuro que podría tener el país considerando los perfiles de ambos candidatos: un ex socialista de tendencia liberal y proeuropeo versus una ultraderechista antiinmigración y promotora de la salida de Francia de la Unión Europea.
Esto demostró, además, que muchos de los votos que obtuvo Macron en este balotaje no fueron un apoyo directo, sino que más bien un sufragio en contra de Le Pen.
De este modo, estas elecciones fueron un reflejo de lo dividido que está el país con dos propuestas que se contraponen. "Ya vimos que Francia está bien dividida entre un país favorable a los discursos rupturistas, como Jean-Luc Mélenchon y Le Pen y la otra mitad a los discursos optimistas que quieren confiar en el discurso de Macron", señala a Emol el historiador y analista político francés Florent Sardou.
Y esta división será el mayor desafío que deberá enfrentar el Presidente electo una vez que llegue al Palacio del Elíseo, lo que se suma al evidente descontento que hay con la política tradicional francesa.
"Ahora estamos en un periodo bastante crítico. Hay que mencionar la tasa de abstención que ha sido alta (cerca del 25%, algo poco común en la historia francesa), lo que significa que cada vez más franceses se alejan de la vía política tradicional y no confían mucho en la vía política francesa", agrega Sardou.
La importancia del primer ministro
En este sentido, el académico recalca que lo primero que deberá hacer Macron será elegir a su primer ministro y mano derecha en el gobierno, labor en la que sabe que "tiene que encontrar a la persona adecuada para tratar de reconciliar a los franceses".
Esto, porque "el perfil del primer ministro le va a permitir definir una tendencia más de centroderecha o un perfil más de centroizquierda", lo que será algo crucial en estos cinco años de mandato.
"Macron tiene el tremendo desafío de salvar el modelo democrático francés y también, aún más difícil, reencantar a los franceses con la política", recalca Sardou.
Es por ello que por el mismo lado, para el Presidente electo también será fundamental nombrar un gobierno con perfiles que le permitan a su partido "En Marcha!" lograr un buen desempeño en las elecciones legislativas del próximo 18 de junio. Algo esencial ya que, como sostiene este profesor francés, "sabemos que un Presidente en Francia sin Parlamento a su favor tiene poderes bastante restringidos".
El rol de Le Pen
Pero Macron también deberá lidiar con el rol que intentará tomar su rival en estas elecciones, Marine Le Pen, quien ya anunció en su discurso de derrota que refundará el Frente Nacional para crear un partido que seduzca a los adherentes de la derecha más tradicional de Francia, representada por "Los Republicanos".
"A pesar de su derrota, Le Pen se perfila como líder de la oposición y pretende seguir liderando el campo del Frente Nacional con esta nueva iniciativa, proponiendo una transformación de la política francesa", asegura Sardou.
Ante esto, la tarea para Macron es complicada ya que, de acuerdo al analista, el Mandatario electo "sabe perfectamente que si él no logra tener éxito en sus propuestas económicas, en particular bajar la tasa de desempleo, y si no logra tampoco tener iniciativas fuertes en términos europeos para decir que tratamos de arreglar un poco la zona euro a favor de los más necesitados, la dinámica del descontento seguirá al auge y probablemente en 2022 si nada cambia en la vida cotidiana de los franceses, Marine Le Pen estaría más fuerte que nunca".
Y es por eso que no queda más que estar alertas de las próximas decisiones de Macron, que heredará una mochila bastante pesada.