Miles de venezolanos se sumaron al "gran plantón" contra Nicolás Maduro.
EFE
CARACAS.- Miles de opositores mantienen bloqueadas importantes vías en Venezuela y ya se han registrado algunos brotes de violencia, en la séptima semana de protestas en ese país para exigir la salida del Presidente Nicolás Maduro.
La oposición convocó a un "gran plantón contra la dictadura", que ha derivado en focos de disturbios en los estados Carabobo, Nueva Esparta (isla Margarita), Zulia, Aragua, Mérida y Táchira.
Según reportes de prensa y dirigentes opositores, se registran varios detenidos, entre ellos la diputada suplente Janet Fermín, en el estado insular de Nueva Esparta.
En Caracas, grupos de encapuchados instalaron barricadas en varios puntos de la autopista Francisco Fajardo. Mientras que las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos.
Está contemplado que las protestas se extiendan por doce horas, hasta las 19:00 locales (23:00 horas GMT).
Las protestas contra Maduro se registran desde el pasado 1 de abril, y ya dejan 38 muertos y cientos de heridos y detenidos, muchos de los cuales son procesados por tribunales militares, según denuncian organizaciones de derechos humanos.
Pero no sólo hay violencia. En Caracas, algunos manifestantes juegan cartas, cantan, tocan la guitarra o leen, sentados en sillas de playa o en el asfalto y hasta acostados en colchonetas. Llevaron agua para todo el día y a ratos lanzan consignas, como "¡Libertad!".
"No hay libertad, nos reprimen, no hay comida y, cuando hay, es extremadamente cara, voy a seguir en las calles hasta que haya cambio", afirma uno de los manifestantes, el docente Miguel Martínez. Mientras que otra manifestante, la psicopedagoga Katty Biagioni señala que "mi padre falleció por falta de medicamentos. No hay comida y, cuando encuentras, está carísima. Aquí te matan por un celular. Todo es un desastre".
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) exige elecciones generales para resolver la grave crisis política y económica, que se refleja en una fuerte escasez de comida y medicinas, y la inflación más alta del mundo, que este año llegaría a 720%, según el FMI.
