Las razones y los hechos que enmarcan el quiebre entre los países árabes y Qatar
La decisión del grupo liderado por Arabia Saudita viene rodeada de acusaciones de apoyos al terrorismo de parte de Doha y una serie de tensiones que datan de varios años.
05 de Junio de 2017 | 10:17 | Emol/Agencias
Reuters
SANTIAGO.- Este lunes, un grupo de países árabes, liderados por Arabia Saudita, sorprendieron al anunciar el quiebre de las relaciones diplomáticas con Qatar, al que acusaron de "apoyar al terrorismo", desestabilizando así a la región.
Si bien el hecho llamó bastante la atención y ya ha tenido consecuencias inmediatas como el cierre de fronteras, el cierre del espacio aéreo y la prohibición de entrada de ciudadanos qataríes a sus territorios, esta decisión viene rodeada de un historial de desencuentros entre Doha y los otros países como Arabia Saudita, Egipto, Bahrein y Emiratos Árabes Unidos (EUA) que data desde hace un buen tiempo.
Los razones
Primero, hay que consignar los motivos de esta decisión, según la información oficial dada por los países ya mencionados: Qatar está respaldando al terrorismo y socavando la estabilidad de la región.
Así, para Arabia Saudita, esta determinación fue motivada por las "violaciones graves de las autoridades de Doha, en privado y en público, en los últimos años con el fin de romper la unidad interna saudí".
Asimismo, acusó a Qatar de "incitar al abandono del estado, poner en peligro su soberanía y la adopción de organizaciones terroristas (...), entre ellas los Hermanos Musulmanes, el Estado Islámico y Al Qaeda". Esto se sumaría al apoyo a otros "grupos terroristas" en la provincia saudí de Qatif, en Bahrein y en Yemen.
Por su parte, Egipto aseguró que Doha apoya "las operaciones terroristas en el Sinaí (noreste)" y que interviene "en los asuntos internos de Egipto y los países de la región de manera que amenaza la seguridad nacional árabe y favorece las diferencias dentro de las sociedades árabes".
Los países árabes, además, han culpado al reino del Golfo de "socavar la estabilidad" y de no cumplir con los acuerdos entre los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que está compuesto por EAU, Kuwait, Qatar, Omán, Bahrein y Arabia Saudí. A esto, Qatar replicó que es "un miembro activo" del CCG, y que está "comprometido con sus acuerdos, respeta la soberanía de otros países y no interviene en asuntos internos".
Los hechos
Pero todo esto viene antecedido de un historial de desencuentros que tuvieron su punto álgido en las últimas semanas, coincidiendo con la visita del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a Arabia Saudita, ocurrida el 20 de mayo, instancia en la que llamó a los países de la región a combatir el terrorismo y dirigió todos sus dardos a Irán, cuyo Gobierno es cercano a Qatar, que de todos modos es aliado de la Casa Blanca y forma parte de la coalición internacional antiyihadista que opera en Irak y Siria.
Es que pese a que Doha forma parte del CCG y de la citada coalición, sus países aliados han criticado sistemáticamente su supuesta contribución a grupos terroristas como el Estado Islámico.
De todos modos, este desencuentro ya tenía antecedentes. Ya en 2014, Arabia Saudita, Bahrein y EUA retiraron sus embajadores en Qatar por interferir en sus asuntos internos. Esto se suma al reclamo de Egipto, producto de que el Gobierno qatarí era cercano al ex Presidente Mohamed Mursi, derrocado en 2013 por las Fuerzas Armadas, lo que ha generado tensiones desde hace tiempo entre El Cairo y Doha.
Asimismo, el llamado hecho por Trump durante su visita a Riad también sería un llamado a los países árabes a cuadrarse y condenar abiertamente a Irán, desmarcándose así de Qatar, según reportan medios estadounidenses.
En los hechos recientes, todo tiene que ver con los reclamos de Doha de una "campaña" en su contra de sus vecinos y las posteriores declaraciones del emir del país, el jeque Tamim bin Hamad al-Thani, emitidas por medios oficiales y en las que criticaba abiertamente a Arabia Saudita (ver cronología). Mientras en el Golfo la indignación fue total, Qatar aseguró que su agencia de prensa fue "hackeada" y esos dichos son falsos.
Con esto, los ojos del mundo están puestos en la zona, a la espera de nuevas determinaciones que podrían hacer escalar este conflicto.
Los hechos que precipitaron el quiebre
Qatar se queja de una campaña "falaz" en la que se acusa al país de "apoyo" al terrorismo, antes de una visita del presidente estadounidense Donald Trump a Arabia Saudita.
El emir de Qatar, jeque Tamim ben Hamad Al Thani, se entrevista a solas con Trump en Riad.
Qatar anuncia que su agencia de prensa ha sido "pirateada por una entidad desconocida" y que se han atribuido "falsas" declaraciones a su emir. Las declaraciones se refieren a Irán, el Hezbolá, Hamas y los Hermanos Musulmanes, y son rápidamente reproducidas por los medios del Golfo pese a los desmentidos de Doha, que decide abrir una investigación.
"Qatar divide a los árabes", titula el diario emiratí Al Bayan, mientras que el saudí Al Hayat afirma que las declaraciones atribuidas al jeque Tamim provocaron "indignación a gran escala".
El ministro qatarí de Relaciones Exteriores, jeque Mohamed ben Abderrahman Al Thani, denuncia una "campaña mediática hostil al Estado de Qatar", a la que "hará frente" el emirato.
Una fuente oficial en Doha indica que investigadores del FBI estadounidense ayudan a Catar a determinar el origen de un presunto "pirateo" de su agencia de prensa oficial.
Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Egipto rompen sus relaciones diplomáticos con Qatar, acusado abiertamente de apoyar el "terrorismo".
Yemen también anuncia la ruptura de relaciones con Qatar, que hasta la fecha participaba en la coalición árabe que opera en ese país. Acusa a Doha de tener vínculos con los rebeldes hutíes proiraníes y de apoyar a los grupos yihadistas.
Las consecuencias son, además de la ruptura de relaciones diplomáticas, el cierre del espacio aéreo para los vuelos de la compañía aérea catarí, el cierre de la frontera terrestre de Arabia Saudita con Qatar, la prohibición a ciudadanos saudíes, emiratíes y de Bahréin de viajar a Qatar, y la exigencia a los cataríes residentes en Arabia, Emiratos y Bahréin que abandonen en un plazo de 14 días estos países.
Sólo se permite a los peregrinos de Qatar acudir a los lugares santos musulmanes en Arabia Saudita.