SANTIAGO.- Leopoldo López, de 46 años, y Antonio Ledezma, de 62, son de los líderes políticos opositores al Gobierno de Nicolás Maduro más emblemáticos en Venezuela. Mientras el primero logró convertirse en uno de los dirigentes sociales más populares de entre los críticos del chavismo, el segundo se consolidó como un político influyente, ocupando cargos de diputado, senador y alcalde de Caracas.
Ambos se encontraban privados de libertad, cumpliendo un régimen de arresto domiciliario, hasta la madrugada de este martes, cuando oficiales del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) llegaron hasta sus casas para llevárselos. Bajo el argumento de peligro de fuga, ambos fueron trasladados a la cárcel militar de Ramo Verde, el mismo presidio que los albergó la primera vez que fueron detenidos.
El "preso político" símbolo
El 18 de febrero de 2014, rodeado por miles de sus seguidores y con claveles blancos en las manos, Leopoldo López se entregó a las fuerzas de seguridad. Fue la última de las multitudinarias manifestaciones en contra del Gobierno de Nicolás Maduro de la que participó personalmente. Con su arresto las protestas se radicalizaron y dejaron un total de 43 muertos y más de 3.500 detenidos.
Hasta entonces, este economista con una maestría en políticas públicas en la Universidad de Harvard, era líder del Partido Voluntad Popular y una de las figuras más reconocidas de la oposición. Su prominencia la alcanzó en el año 2000, cuando a los 27 años se coronó como alcalde del municipio de Chacao. Pero hasta el día de hoy, para el Ejecutivo, López toma relevancia al ser señalado como uno de los responsables del golpe de Estado en contra de Hugo Chávez en 2002.
En 2008 fue inhabilitado políticamente en un polémico proceso promovido por la Contraloría General que dio cabida a las acusaciones de malversación de fondos públicos en su contra. A pesar de esta prohibición, se convirtió en un símbolo de la radicalización opositora cuando comenzó a brindar discursos y a emitir sus opiniones por redes sociales.
El 12 de febrero de 2014, un enfrentamiento entre los agentes de la Sebin y manifestantes dejó un dirigente oficialista y uno de los movilizados abatidos. Esa noche se emitió la orden de captura en contra de López, a quién se le responsabilizó por los delitos de asociación e instigación para delinquir, intimidación pública, incendio, daños a la propiedad pública, lesiones graves, homicidio y terrorismo. Todo, por llamar a salir a las calles. Cinco días después se entregó.
En septiembre de 2015 fue declarado culpable de los delitos de instigación pública, daños a la propiedad, incendio intencional y asociación para delinquir. Su condena: 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas de cárcel. Cumplió más de tres años de dicha sentencia recluido en el penal de Ramo Verde, periodo durante el cual estuvo aislado y fue "torturado", según denunció su esposa Lilian Tintori.
La madrugada del sábado 08 de julio de 2017 y de forma inesperada, López fue trasladado hasta su residencia. El Tribunal Supremo de Justicia le otorgó el beneficio de prisión domiciliaria argumentando "problemas de salud". El Presidente Maduro expresó que respetaba y apoyaba la medida y lo convocó a abogar por la paz en el país. Sus palabras fueron recibidas con cierta reticencia por muchos, ya que ocurrieron tres semanas antes de las elecciones de la Asamblea Constituyente, instancia rechazada con fuerza por la oposición al considerarla ilegítima.
Un alcalde reprimido
Alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, vivió su primera detención el 19 de febrero de 2015. Ese día, mientras se encontraban en su oficina en la capital del país sudamericano, tocó a su puerta la Sebin.
Líder y fundador del partido socialdemócrata Alianza Bravo Pueblo (una escisión del colectivo Acción Democrática), Ledezma ha sido un fuerte crítico del chavismo desde los inicios. Uno de sus principales desencuentros con el fallecido Hugo Chávez se generó en 2008, cuando el dirigente opositor logró adjudicarse la alcaldía metropolitana de Caracas, uno de los puestos con mayor poder en el país después del Presidente. Para contrarrestarlo, Chávez creó el cargo de "jefe de gobierno de Caracas", una nueva figura administrativa a la que transfirió casi todas las competencias de la alcaldía metropolitana.
En 2014 fue señalado como uno de los tres principales responsables de las protestas en contra del Gobierno y adquirió especial relevancia en la lucha para sacar a López de la cárcel. No obstante, su detención no ocurría hasta un año más tarde. Una semana antes de que la Sebin llegara hasta su oficina, el Ejecutivo de Nicolás Maduro lo había acusado de participar de un nuevo intento de "golpe de Estado", algo que él rechazó.
Veinticuatro horas después de su arresto en febrero de 2015 fue llevado a Ramo Verde. Allí permaneció detenido dos meses, acusado del delito de conspiración y asociación para delinquir. Sin embargo, por motivos de salud que lo obligaron a ser operado de una hernia inguinal se le otorgó el arresto domiciliario. Casi dos años y medio después de su detención, Ledezma aún no recibe una condena.
Los dos líderes habían instado en los últimos días a no votar en la elección del pasado domingo de la Asamblea Constituyente convocada por el Gobierno y que cuenta con el duro rechazo opositor. Pasaron unas horas después de los comicios y la decisión de la justicia fue clara y sorpresiva: ambos debían volver a la cárcel.
La razón de este retorno a Ramo Verde tiene que ver con un presunto intento de fuga, según aseguró el Tribunal Superior de Justicia. De este modo, los dos dirigentes vuelven a estar tras las rejas, sin tener certeza sobre su futuro. Mientras, la crisis en Venezuela escala.