SANTIAGO.- El efecto
Jair Bolsonaro se hace sentir en Brasil. El sorprendente resultado que obtuvo en la elección presidencial de este domingo (46% de los votos, al menos unos 15 puntos más de lo proyectado por las encuestas) se materializó también en los comicios legislativos y estaduales, donde varios de los "elegidos" del abanderado ultraderechista tuvieron sendos triunfos,
cambiando de forma rotunda el escenario político en el país sudamericano.
Y es ahí donde el gran beneficiado fue el Partido Social Liberal (PSL), colectividad a la que Bolsonaro llegó apenas hace un año tras una serie de negociaciones con otras formaciones y cuya presencia en el Congreso aumentó de forma impensada si lo comparamos con las elecciones de 2014, donde sólo alcanzó un escaño en la Cámara de Diputados. Posteriormente, y tras la llegada del retirado capitán del Ejército, su bancada aumentó a ocho integrantes.
Ahora, la situación es absolutamente distinta. De acuerdo a los resultados oficiales,
el PSL ocupará 52 de los 513 escaños de la Cámara, convirtiéndose en la segunda mayor bancada del país, sólo detrás del
Partido de los Trabajadores (PT) que tendrá 56 diputados, aunque perdió 12 respecto a los comicios de cuatro años atrás.
El ascenso de la colectividad de Bolsonaro viene de la mano con la caída del resto de los partidos tradicionales. A la ya comentada baja del PT se suma la merma del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), colectividad del Presidente Michel Temer que pasó de los 65 escaños que logró en 2014 a tener 34 en los últimos comicios, bajando del segundo al cuarto lugar, detrás del Partido Progresista (PP), que logró el tercer puesto con 37 diputados.
Otro partido tradicional que mostró una fuerte caída en comparación con los comicios de 2014 fue el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que perdió casi la mitad de sus diputados, al pasar de 54 a 29 este año.
La irrupción del candidato del PSL también se vio en hechos como el triunfo de su hijo,
Eduardo Bolsonaro, quien se convirtió en
el diputado federal más votado de la historia de Brasil, al lograr 1.843.735 votos en el estado de Sao Paulo.
Estos resultados explican el descontento que hay en la ciudadanía con la clase política tradicional a raíz de los distintos escándalos de corrupción, llevándola a optar por candidatos "outsider" como el propio Bolsonaro, que ha emergido como una figura distinta de los demás.