JERUSALÉN.- El gobierno del Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acordó el miércoles tener elecciones anticipadas el 9 de abril después de que la coalición gobernante no reuniera los votos necesarios para aprobar una controversial ley.
Netanyahu dijo que su coalición "unánimemente" acordó disolver al gobierno y convocar a elecciones. En una reunión de su facción Likud, enumeró los logros de su mandato, y dijo que esperaba que su actual coalición religiosa y nacionalista también fuera el "centro" de la próxima.
Las más recientes encuestas pronostican otra contundente victoria para Netanyahu, aunque una imputación por cargos de corrupción podría derrocarlo.
Desde hace varios meses, la coalición de Netanyahu se encuentra agobiada por divisiones internas. Avigdor Lieberman renunció como ministro defensa el mes pasado, al considerar que la respuesta del gobierno a los ataques con cohetes desde Gaza era demasiado débil.
Sin embargo, una nueva ley que incluye a hombres ultra ortodoxos en el reclutamiento del servicio militar parece haber impulsado la caída del gobierno. Los socios ultra ortodoxos de Netanyahu exigen que la ley sea ablandada y su muy ligera mayoría parlamentaria parece obstaculizar un arreglo.
Los partidos ultra ortodoxos consideran que el reclutamiento está prohibido y temen que el servicio militar los lleve al laicismo. Sin embargo, los años de exenciones han generado un resentimiento extendido entre el resto de los israelíes judíos.
La mañana del miércoles, Yair Lapid del partido opositor Yesh Atid, anunció que retiraba su apoyo a la ley, calificando la concesión buscada por la coalición de un soborno para reclutar a personas elusivas. Como resultado, Netanyahu convocó a los líderes de su coalición y tomaron la decisión de disolver al parlamento y llevar a cabo elecciones.
Otra victoria para Netanyahu le aseguraría un lugar en la historia como el líder que más tiempo ha servido a Israel y le permitiría solidificar su cercana alianza con el Presidente de EE.UU., Donald Trump. Otro periodo también le permitiría impulsar su agenda nacionalista y su campaña mundial para frustrar las ambiciones nucleares de Irán.