Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, perpetró múltiples abusos sexuales a menores y seminaristas. Murió en 2008.
EFE
SANTIAGO.- El prefecto de la Congregación para los Institutos de la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica de la Iglesia Católica, el cardenal brasileño
João Braz de Aviz, aseguró que el
Vaticano ocultó por 63 años los abusos sexuales a menores cometidos por el fundador de los
Legionarios de Cristo, el sacerdote mexicano
Marcial Maciel.
Según afirmó en entrevista con la revista católica Vida Nueva, el miembro del organismo de la Curia Romana aseveró que la sede pontificia tenía antecedentes de los delitos de pederastia de Maciel desde 1943.
"Quien lo tapó era una mafia, ellos no eran Iglesia", aseveró el religioso. "Tengo la impresión de que las denuncias de abusos crecerán, porque solo estamos en el inicio. Llevamos 70 años encubriendo, y esto ha sido un tremendo error", afirmó respecto a los casos de ataques sexuales que han sido develados en general en la Iglesia.
"El problema actual nos indica que muchas cosas en el pasado se hicieron mal (...) se mentía", añadió.
Marcial Maciel fue acusado de múltiples abusos sexuales a menores de edad y seminaristas. Fue investigado entre 1956 y 1959 por el Vaticano, sin embargo, las indagaciones no prosperaron.
El sacerdote contaba con alta influencia en las esferas de poder de la Iglesia Católica y mantenía una estrecha amistad con el Papa Juan Pablo II, quien lo consideraba un "guía eficaz de la juventud".
En 2006, sería Benedicto XVI quien lo enviaría a su retiro de la vida sacerdotal a México, para dedicarse a la "penitencia y oración". Allí murió dos años después, sin haberse arrepentido públicamente por los delitos cometidos, consigna El País de España.
Recién en 2010, la Santa sede confirmó los "gravísimos y objetivamente inmorales comportamientos" de Maciel, luego de que una investigación apostólica encomendada por el Papa determinara la existencia de "testimonios incontrovertibles" que evidencian "verdaderos delitos y manifiestan una vida carente de escrúpulos y de auténtico sentimiento religioso".