SANTIAGO .- A un día del atentado terrorista ocurrido este jueves en Colombia, donde la explosión de un autobomba se llevó la vida de 21 personas y dejó otros 68 heridos, todavía se intentan esclarecer los motivos del suceso, que fue adjudicado recientemente al Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Lo que sí se sabe es que el ataque tenía un objetivo claro: la Escuela de Cadetes de Policía General Santander (ECSAN) en Bogotá, que agrupa a 900 alumnos, entre ellos varios extranjeros gracias al prestigio internacional que ostenta; y que en sus 78 años de vida nunca había sufrido algo parecido.
De acuerdo a trascendidos, se quería atentar contra los altos mandos de la institución, quienes se encontraban en el tradicional lugar celebrando una ceremonia de ascenso de cadetes de la policía.
Sus comienzos
La Escuela General Francisco de Paula Santander debe su nombre a uno de los personajes clave en el proceso de independencia de Colombia. Militar y político, también es recordado por crear un orden legal para que se constituyera el país y realizar el primer sistema de educación pública colombiano.
A pesar de que Santander falleció en mayo de 1840, bastó exactamente un siglo, durante el gobierno del Presidente Alfonso López Pumarejo, para que su nombre bautizara una de las instituciones locales más importantes.
Todo esto con una clara misión: "Formar integralmente a los futuros oficiales de la Policía Nacional, fortaleciéndolos con los valores institucionales, que les permitan desarrollar sus funciones con profesionalismo", dicta su lema.
Eso sí, recién en 1950 este ente se dedicaría de forma exclusiva a la formación de oficiales, lo que es considerado desde 1976 como un título universitario por el Ministerio de Educación colombiano.
El instituto que está ubicado en la parte suroccidente de Bogotá, y que tiene como actual comandante a Juliette Kure. Además, cuenta con un terreno de 60 hectáreas que acoge a cerca de 900 futuros oficiales.
De las aulas a la calle
Todos quienes deseen ser parte del cuerpo policial colombiano deben pasar por esta institución. Luego de que los candidatos aprueben los grados, los nuevos oficiales son derivados a diversas regiones.
Al mismo tiempo, la escuela también acoge a alumnos extranjeros, teniendo en cuenta el prestigio internacional que goza, donde se forman agentes de otros países. De hecho, luego de ocurrido el atentado se supo que dentro de las víctimas había una cadete ecuatoriana.
También, y como lo mencionó el Presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, hay 47 cadetes de aquel país estudiando en el establecimiento, donde dos de ellos resultaron heridos.
A los estudiantes que ingresan al recinto,se les condecora con el grado de cadetes, lo que queda representado con el recibimiento de una daga. Posteriormente, en su etapa final se les promueve como alférez, simbolizado con una entrega de sables.
El instituto depende de la Dirección Nacional de Escuelas de la Policía Nacional de Colombia, la que cuenta con cuatro facultades: Administración Policial, Servicio de Policía, Investigación Criminal y Estudios Policiales Especializados; siendo sólo la primera la que tiene programas académicos en el recinto golpeado por el grupo terrorista del ELN.
El plan de estudios de la institución se basa en tres modalidades: profesional, científico y humano; que consta de una duración de tres años y cuenta con dos campos de formación, el de fundamentación policial y el complementario que se divide en las áreas administrativas, jurídicas e investigación.