Es el nombre de la disputa. Su significado se desprende los términos "British" (británico) y "exit" (salida). De forma simple, significa la salida del Reino Unido (que comprende a Inglaterra, Irlanda del Norte, Escocia y Gales) de la Unión Europea. ¿La razón? Sus promotores sienten que el organismo europeo les ha generado muchas trabas económicas, y además se oponen a la libertad de movimiento que pretende el conglomerado, por lo que buscan regular sus fronteras migratorias.
La primera, se refiere a una salida de la UE sin acuerdo, lo que podría provocar graves consecuencias a la isla. Entre ellas, que las relaciones económicas entre el Reino Unido y el resto de Europa se regirían se la Organización Mundial del Comercio.
La blanda, sacaría a los británicos del bloque europeo, pero lograrían mantenerse vinculados.
Es el nombre de un apartado de los derechos de los estados miembros de la Unión Europea. En ella, se estipulan los pasos a seguir para un país que desee abandonar este grupo, siendo el Reino Unido el primero en utilizarlo.
Según el artículo, un país tiene un plazo de dos años para abandonar el bloque, que va desde la fecha de notificación oficial hasta su retirada.
Así se conoce al acuerdo del divorcio, un documento firmado entre el Gobierno británico y la UE, el cual debe ser ratificado por los parlamentarios de ambas partes.
Esto ha sido uno de los puntos más conflictivos para la Primera Ministra, Theresa May, ya que fue rechazado de forma estrepitosa (432 en contra y 202 a favor).
La derrota, catalogada de "catastrófica", la tuvo al borde de salir de su cargo.
La solución definitiva para evitar una frontera en la isla de Irlanda debe ser el futuro acuerdo de libre comercio que Londres y Bruselas quieren negociar y que regiría al término de un período de transición previsto hasta el 31 de diciembre de 2020 pero prolongable hasta finales de 2022.
Sin embargo, si al término de ese plazo siguen sin haber hallado una solución, entraría en vigor el "backstop", una "red de seguridad" que consiste en mantener una "unión aduanera" entre la UE y Reino Unido. Además, Irlanda del Norte mantendría las normas del "mercado único" necesarias para evitar una frontera clásica, como las relativas a los productos agrícolas o las fitosanitarias.
La Unión Europea tiene la principal unión aduanera del mundo, ya que está conformada por sus 28 estados miembros, los que se suman a Turquía, Andorra, Mónaco y San Marino.
Quienes integran la UE abolieron los aranceles y restricciones al comercio y adoptaron una política comercial común respecto a terceros países.
Lo que busca el Reino Unido con su salida es tener sus propios acuerdos bilaterales.
Es un documento de 26 páginas y que fue firmado por todos los líderes europeos y va de la mano del Acuerdo de Retirada, aunque cuenta con menor sustento legal.
El objetivo de ésta es marcar el futuro de las relaciones entre la UE y el Reino Unido, por sobre todo en el comercio, seguridad o defensa y que busca que las relaciones entre ambos sean lo más cercanas posibles.
Denominado también mercado interior, permite la libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales -denominadas las "cuatro libertades"- entre los países miembros.
El gobierno británico quiere salir de él para poder limitar la inmigración europea en su país.
Fieles a su estilo, los británicos también han acuñado términos más "cómicos". Uno es BOB, que significa "bored of Brexit" (aburrido del Brexit) y hace mención a quienes esperan una resolución de este tema.
Por otro lado, Maybot hace referencia a un término acuñado por un periodista, cansado de escuchar las mismas respuestas por parte de la Primera Ministra. Esto hace alusión a una frialdad que se le ha caracterizado a la jefa del Gobierno y sus rígidos movimientos de robot.