Patricio González Gálvez con uno de sus nietos.
Pantallazo Sveriges Radio
Finalmente, el chileno
Patricio González Gálvez pudo reencontrarse este martes con sus siete nietos, quienes fueron trasladados a Irak desde un campo de refugiados para familiares de miembros del Estado Islámico en
Siria, donde permanecieron varias semanas.
Así lo confirmó al medio sueco Ekot el propio González, quien afirmó estar muy feliz con la noticia. "Se siente maravilloso", afirmó.
El abuelo agregó que, a primera vista, los siete niños (con edades entre 1 y 8 años) se encuentran en buen estado, aunque de todos modos acudirá este miércoles a un centro asistencial para examinarlos.
"Ahora finalmente puedo volver a dormir por las noches", dijo también al canal de televisión noruego TV2.
De acuerdo a la Sveriges Radio, los menores llegaron durante la tarde de este martes al hotel donde se hospeda su abuelo, en la ciudad iraquí de Erbil. Ahora, las autoridades de Suecia (país de origen de los niños) deberán realizar las gestiones para poder repatriarlos, lo que podría tardar unas semanas.
El caso se hizo conocido a comienzos de abril, cuando González viajó hasta Siria y
emprendió una campaña en busca de ayuda para recuperar a sus nietos, quienes quedaron huérfanos luego de que su madre, la chileno-sueca
Amanda González, y su padre, el noruego-sueco
Michael Skråmo, murieran mientras combatían por el Estado Islámico, en diciembre y marzo, respectivamente.
Ante la muerte de sus padres, los niños fueron llevados al campamento de Al Hol, donde permanecían retenidos por las autoridades sirias a la espera de que Suecia solicitara su traslado. Según reportó el propio González, que pudo verlos solo en una ocasión, los menores presentaban graves signos de desnutrición.