"En este momento no se necesita a alguien como yo, que divide". Ese fue el argumento que utilizó Cristina Fernández, ex Presidenta de Argentina, para convencer a su ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, de competir juntos en las próximas elecciones presidenciales, para ambos presidir la Casa Rosada.
La decisión la tomó Cristina y con ella sorprendió a todo su entorno, incluyendo el propio precandidato a la presidencia, quien estaba dando clases en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) cuando recibió la llamada de la "Señora K", el pasado miércoles en la mañana.
"¿Tenés algo que hacer después de las 3 de la tarde? Vení a verme, así charlamos", le dijo ella, sin anticipar el motivo de la encuentro, relata La Nación de Argentina. La ex Presidenta le hizo la propuesta esa misma noche, en una conversación privada, en su departamento de Uruguay y Juncal.
"Vos te llevás bien con todo el mundo, hablás con todo el mundo y todos te quieren", dijo Cristina, a lo que su ex jefe de Gabinete contestó:
"Dame 24 horas para pensarlo". Y es que Alberto Fernández no se esperaba esa propuesta.
Según indican desde el entorno de ambos candidatos, el tema no había sido mencionado anteriormente, ni si quiera como una hipótesis. Así, aseguran que la decisión fue tomada personalmente por Cristina y de hecho, previo al anuncio, solo estaban enterados Máximo Kirchner, Oscar Parrilli, Eduardo "Wado" De Pedro, Andrés Larroque y Axel Kicillof.
Todo se resolvió en menos de 48 horas, pero ambos guardaron silencio. El mismo medio local menciona que pese a que todo estaba definido desde el jueves, Alberto Fernández no dio indicios de la decisión en la reunión que compartió con intendentes en Lomas de Zamora, durante la mañana del viernes. En la misma línea, Cristina no lo comentó con los precandidatos de su espacio, Agustín Rossi, Felipe Solá y Daniel Scioli, tampoco se lo contó a los gobernadores ni al presidente del Partido Justicialista, José Luis Gioja, por lo que la sorpresa fue absoluta.
Sin embargo, tras conocerse la postulación de ambos, uno de los jefes comunales que asistió a la cita del viernes en la que participó Alberto, aseguró haberlo visto diferente. "Era un Alberto distinto. Andaba con el pecho inflado. Tuvo una centralidad impresionante, hasta opacó a Máximo. Bajó línea con seguridad, nos dijo que teníamos que ir todos juntos para adelante. Estaba contento, se abrazaba con todo el mundo. Transmitía entusiasmo", expresó.
La decisión de Cristina es "un reconocimiento de una debilidad y, a la vez, un intento por subsanarla", plantea La Nación, que agrega que la ex Mandataria aceptó lo que pocos se atrevieron a sugerir, y es que su figura podría bien otorgarles un triunfo electoral, pero sin garantizar la amplitud necesaria para gobernar el país.
En ese sentido, en su entorno aseguran que la idea de candidatearse como Vicepresidenta, de la mano de Alberto Fernández como Presidente rondaba en su mente desde hace tiempo.
Ahora bien, por lo pronto, la jugada ha tenido sus primeros efectos. De hecho, desde
La Cámpora, agrupación juvenil kirchnerista, apoyaron la postulación de ambos a la Casa Rosada. "(Alberto) Es el candidato ideal para un gobierno de transición. Él fue jefe de campaña de Randazzo (Florencio) y de Massa (Sergio).
Es una fórmula que reconstruye el espacio con el que gobernamos el país", dijo un dirigente horas después del anuncio.
"Volver al pasado sería autodestruirnos", dijo por su parte el Presidente Mauricio Macri tras conocer el anuncio.
"Entendemos que el cambio no es una idea, no es algo que sacamos de un libro. El cambio es una fuerza que te transporta, que crece a medida que nos incorporamos al cambio. El cambio en una sociedad no viene de arriba hacia abajo, cada uno de nosotros provocamos ese cambio en la sociedad con nuestra actitud, nuestro trabajo, nuestra forma de comunicarnos, de respetar al otro", agregó el Mandatario.
"¿Por qué se arriesgaría Cristina a encabezar un gobierno casi sin margen para el éxito, después de haberse ido de la Casa Rosada con una Plaza de Mayo repleta?" se preguntaba el sector del kirchnerismo que sostenía que ella no sería candidata. De ese modo se abre la incógnita de si la estrategia de Cristina dará o no resultados y qué papel jugará ella en caso de ganar en las próximas elecciones.