En 2015, Sergio Massa se postuló por primera vez a la presidencia de Argentina, intentando convertirse en una alternativa ante los dos principales bloques del país: el kirchnerismo y el macrismo. Pese a que se quedó fuera de la segunda vuelta, en la primera logró obtener el tercer lugar con 21,4% de los votos, una cifra que lo posicionó a él y a su partido Frente Renovador (FR) como una fuerza especialmente influyente en el país.
Este año, lo intentará de nuevo. Su trabajo político lo consolidó como uno de los principales líderes de centro y junto al gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey, el senador Miguel Ángel Pichetto, y el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti, formó un espacio político, una nueva tercera vía, denominado Alternativa Federal (AF). Incluso, pretenden organizar unas elecciones primarias para nominar al candidato presidencial del grupo para octubre próximo.
Sin embargo, esta vez, Massa postulará desde una vereda diferente. Pese a haberse presentado como un duro enemigo del kirchenrismo hace cuatro años, este jueves
dejó abierta la puerta a una alianza. Luego de recibir el respaldo de la convención de FR, el abogado definió, ante cientos de adherentes, que la
prioridad será derrotar al Presidente Mauricio Macri – quien buscaría la reelección –, agrupando a una amplia oposición en una "nueva mayoría". Para lograr esa "amplitud",
sumar al kirchnerismo surge como una opción viable para la estrategia electoral.
El problema es que su postura no dejó contentos a todos sus aliados. Sus palabras causaron malestar no solo en sus socios de AF, sino que también en un grupo al interior de su propio partido que ve con recelo que el ex jefe de Gabinete de Cristina Fernández se haya acercado a volver a pactar con la fuerza que tanto criticó.
División interna
"La Patria está en peligro", afirmó Massa en su convención, utilizando la frase que remite al libertador José de San Martín y que fue utilizada en una ocasión por la ex Presidenta, hoy candidata a vicepresidenta. Para muchos, ésta y otras partes del discurso de Massa fueron guiños claros al kirchnerismo y símbolos de su acercamiento. "Yo estoy para liderar, si me toca, pero también para empujar el carro desde donde sea", afirmó el ex intendente de Tigre.
Aunque hubo coincidencia respecto a la búsqueda de un acuerdo entre los opositores al Ejecutivo, la alocución no cayó bien para quienes veían en Massa una "alternativa". Al interior de Frente Renovador conviven las dos posturas: quienes creen en la opción de acordar con la corriente "K" y los que, por el contrario, esperan que el ex diputado no ceda a unirse con ella, pues significaría el fin de la identidad de su espacio político.
"Macri y su pésimo gobierno es el emergente de algo. Alguien se equivocó antes para que este energúmeno venga a gobernar el país", aseguró la diputada
Graciela Camaño en la convención de FR, haciendo referencia clara a la gestión de Cristina Fernández. "Yo no dudo, Sergio, que cuando decidas no vas a elegir lo mejor para nosotros,
vas a elegir lo mejor para la patria", añadió generando aplausos y el llanto de Massa.
Entre sus socios de AF, Urtubey, también eventual aspirante a la Casa Rosada, fue el primero en reaccionar. "No me voy a sumar a ese espectáculo grotesco donde los políticos están discutiendo espacios de poder, mientras los argentinos se cagan de hambre", dijo en un acto tras conocer las palabras de Massa.
Este viernes, no obstante, intentó calmar las aguas asegurando que el abogado no ha olvidado su alianza. "Yo hablé ayer con Massa después del congreso (del FR) y ratificó su voluntad de competir en Alternativa Federal con nosotros", sostuvo en diálogo con radio La Red. sobre si con esto "implosionó" el espacio Alternativa Federal, fue optimista: "No, yo no veo eso", consideró.
Las posibilidades ante una alianza
Según medios argentinos, las intenciones de Massa de pactar con Unidad Ciudadana (UC, kirchneristas) estarían basadas en la posibilidad de negociar una fórmula presidencial combinada de cara a los comicios de octubre. Sin embargo, en el kirchnerismo consideran que la idea llega muy tarde y que no existen chances para concretarla.
Al menos así lo dejó claro el precandidato a presidente por el Partido Justicialista y la UC, Alberto Fernández, quien el jueves afirmó que "no hay posibilidad de modificar" el binomio electoral que él conforma junto a la ex Mandataria. Tampoco existiría lugar para el ex intendente de Tigre en la candidatura a la gobernación de Buenos Aires, como se había especulado, pues esa fórmula también ya está establecida.
El único espacio a negociar sería un eventual liderazgo de Massa en la
lista de aspirantes para el Congreso nacional y la opción de incluir entre los candidatos a varios miembros de su colectividad. Sin embargo, esta opción no convencería del todo al líder de FR.
De todas formas, fuentes cercanas al kirchnerismo habrían asegurado a la agencia Télam que nada está cerrado aún y que solo habrá certeza de la situación el 22 de junio próximo, fecha en que vence el plazo para la presentación de listas de candidatos para las primarias de agosto. Las primera señal concreta, no obstante, se conocerá el 12 de junio, cuando se presenten las alianzas ante la justicia electoral.
Si se concreta un pacto kirchnersta-massista, Macri y su colectividad Cambiemos se verían en un aprieto. Especialmente en un momento en que la mayoría de las consultas populares los posicionan detrás de la fuerza encabezada por Cristina K.
Para Massa, lo importante al final es lo que opinan sus electores. Aunque no hay encuestas directamente sobre ello, según consignó el periodista Fernando Laborda de La Nación, un sondeo realizado la semana pasada por la consultora Reyes-Filadoro reveló que el 78% de los votantes "massistas" considera que la ex Presidenta es culpable de los delitos por los que se le juzga y el 54% tiene una imagen negativa de Alberto Fernández.