El martes, el Presidente argentino
Mauricio Macri dio la sorpresa: anunció al senador peronista
Miguel Ángel Pichetto como su compañero de fórmula pensando en las elecciones del próximo 27 de octubre. Una jugada que no dejó a nadie indiferente y que fue interpretada por muchos como un intento del Mandatario de expandir su bloque político y lograr seducir a los bloques más de centro. Y ahí, el parlamentario jugaría un rol esencial.
La medida es llamativa: convocar a quien era un adversario político -presidente del bloque justicialista en el Senado y crítico del gobierno hasta hace unas semanas atrás- para formar un nuevo referente y así mantenerse en la Casa Rosada. Atrás quedaron las diferencias e incluso las críticas cruzadas, como aquella de 2015 cuando el entonces candidato Macri ejemplificaba en Pichetto la falta de renovación en el peronismo y su estancamiento en el poder.
La decisión del Mandatario remece también al peronismo, esa fuerza heterogénea llena de divisiones que, pese a todo, se mantiene en la primera línea de la política argentina. Y ahora, viendo las alianzas que se están formando,
confirma su influencia y poder en el país trasandino.
Es sabido que las fracciones dentro de la colectividad opositora son notorias: por un lado está el kirchnerismo representado en la ex Presidenta Cristina Fernández, mientras que por el otro hay un sector más moderado con diversos líderes que intentaron aunar fuerzas en el llamado colectivo Alternativa Federal. Esto no resultó, por lo que esta disidencia peronista irá aún más dividida. Hablamos, entonces, de una fuerza muy fraccionada, pero a la vez muy poderosa.
El kirchnerismo acecha
Desde hace un tiempo, un sector del peronismo miraba con atención cómo Cristina Fernández tomaba un rol más preponderante en la política argentina, en medio de la duras críticas al Gobierno de Mauricio Macri por su gestión económica. Pese a los líos judiciales, la ex Mandataria no perdía su popularidad, mientras que en la Casa Rosada veían con preocupación la baja del Mandatario en las encuestas. El escenario era ideal para el retorno de la actual senadora, y los rumores de una repostulación a la presidencia eran fuertes.
Todo esto propició el retorno de Fernández en una elección presidencial, pero no como la gran mayoría creía:
lo hizo como compañera de lista de Alberto Fernández, quien fuera jefe de Gabinete de la propia ex Presidenta y de su marido, Néstor Kirchner, y que en el último tiempo fue muy crítico de su ex jefa. No obstante, la alianza representaba una unidad en pos de un objetivo común: destronar a Macri.
En medio de esto estaban las otras figuras peronistas que buscaban desmarcarse del kirchnerismo y del macrismo y ser una tercera alternativa. En ese grupo resaltaban el ex candidato presidencial Sergio Massa (Frente Renovador), el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, el senador justicialista Miguel Ángel Pichetto y el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. El proyecto tenía un nombre: Alternativa Federal, el cual también buscaba incluir al ex ministro de Economía kirchnerista Roberto Lavagna (Consenso 19), quien corría por fuera.
"Hace un tiempo que parte de nuestra sociedad espera que nos unamos para que la Argentina pueda salir adelante. Es una demanda que nace de abajo para arriba, en las calles y los barrios de cada ciudad y de cada pueblo"
Alberto Fernández y Sergio Massa
Pero la alianza Fernández-Fernández vino a remecer al propio justicialismo. En su afán de ser el mayor referente opositor, el kirchnerismo buscó algunas alianzas con las fuerzas disidentes, y la encontró en
Sergio Massa, ex personero kirchnerista que en la última elección presidencial asomó como la gran sorpresa, estando a punto de pasar al balotaje. Las reuniones venían de hace un tiempo y se materializaron el miércoles, cuando el líder del Frente Renovador y Alberto Fernández anunciaron
la creación del frente "Todos", que competirá en los próximos comicios.
"Hace un tiempo que parte de nuestra sociedad espera que nos unamos para que la Argentina pueda salir adelante. Es una demanda que nace de abajo para arriba, en las calles y los barrios de cada ciudad y de cada pueblo", dijeron ambos referentes en un comunicado, poniendo fin a los rumores. No obstante, el gran desafío de Massa será agrupar a su Frente Renovador detrás del kirchnerismo, una tarea que de entrada se ve demasiado difícil.
Los moderados divididos y la sorpresa de Macri
Y mientras el kirchnerismo daba el primer golpe, en el oficialismo pensaban en la fórmula perfecta para poder levantar la candidatura de Mauricio Macri, muy alicaída por la crisis económica trasandina. La estrategia, entonces, fue ver más allá del frente Cambiemos y buscar en la oposición. Fue ahí donde el Mandatario llegó hasta Juan Manuel Urtubey para ofrecerle la vicepresidencia, lo que finalmente fue rechazado por el gobernador salteño.
Tras ello, los ojos del macrismo se posaron en Miguel Ángel Pichetto, quien hace dos semanas se había cuadrado públicamente con Alternativa Federal, incluso al borde de rechazar tajantemente una candidatura en conjunto con el Presidente argentino. Todas esas palabras se las llevó el viento y ahora es la carta oficialista. Con su llegada, la coalición Cambiemos mutó su nombre a "Juntos por el Cambio", con la intención de ampliar su espectro y sumar a los votantes de centro.
Esta jugada, más la alianza de Massa con el kirchnerismo, movió al resto del peronismo moderado, que veía cómo se quedaba atrás en la carrera. Tras rechazar de plano sumarse a la fórmula Fernández-Fernández, las opciones eran dos:
negociar con el macrismo o inscribirse como un tercer referente. Optaron por lo último y, tras una productiva reunión,
acordaron presentar una candidatura unitaria, con Roberto Lavagna como presidente y Urtubey como su compañero. Nació así
"Consenso Federal 2030".
"Consenso Federal propone un camino de transformación que hoy resulta imperioso para la Argentina y el bienestar de sus habitantes, dejando atrás, de una vez y para siempre, la grieta que tanto daño ha causado", afirmaron.
Así las cosas, son al menos cinco los peronistas que animarán la carrera presidencial: Alberto Fernández, Cristina Fernández, Roberto Lavagna, Juan Manuel Urtubey y Miguel Ángel Pichetto. Todos ellos intentarán desmarcarse, pese a venir de una misma matriz. Empezó la batalla.