El Presidente de Ucrania, Vladimir Zelenski, inauguró este miércoles un nuevo arco protector sobre el siniestrado reactor 4 de la central nuclear ucraniana de Chernobyl, destinado a sustituir el antiguo sarcófago y considerado como la mayor estructura móvil jamás construida por el ser humano.
"Veintidós años después de la creación del Fondo (de Protección de Chernobyl) 'Ukritiye' el nuevo arco protector entra en funcionamiento y es entregado a Ucrania", escribió en la red social Facebook Antón Úsov, representante del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD), encargado de gestionar el proyecto.
El
Nuevo Sarcófago Seguro (NSS), que tiene forma de arco, 110 metros de altura, 150 de ancho, 256 de largo y pesa más de 30.000 toneladas, sustituye al de hormigón armado que fue construido justo después de la avería en el cuarto reactor.
La instalación, cuya construcción comenzó en 2007 y duró casi diez años, tuvo un costo de 1.500 millones de euros, 700 millones de los cuales corresponden a fondos del BERD.
"El NSS servirá al menos cien años y permitirá resolver la tarea del desmantelamiento del (antiguo) sarcófago sobre el reactor número cuatro", explicó Úsov.
Al visitar el escenario de la mayor tragedia nuclear de la historia, el presidente ucraniano señaló que ha llegado la hora de acabar con la imagen negativa de Chernobyl.
"Tenemos que convertir nuestro problema en una ventaja", dijo Zelenski al anunciar que
firmó un decreto para impulsar los viajes a Chernobyl.
El Mandatario ucraniano destacó el carácter extraordinario de la naturaleza en la zona de la catástrofe nuclear, que, según dijo, se está recuperando del accidente de 1986.
"Tenemos que enseñarlo al mundo, a científicos, ecólogos, historiadores y turistas", apuntó, citado por la agencia Interfax Ucrania.
El documento, firmado por Zelenski, prevé en particular, el levantamiento de la prohibición para sacar fotos y grabar videos en la zona de exclusión alrededor de la central nuclear accidentada.
Según las autoridades ucranianas, el flujo de turistas que visitan anualmente la zona de Chernobyl se ha multiplicado por diez desde 2015 para pasar de 8.000 a 70.000 personas.
De acuerdo con evaluaciones oficiales, la explosión ocurrida en la madrugada del 26 de abril de 1986 esparció hasta 200 toneladas de material con una radiactividad de 50 millones de curies, equivalente a 500 bombas atómicas como la lanzada en Hiroshima.
La radiación continúa afectando a miles de habitantes de Bielorrusia, Ucrania y Rusia, donde se halla el 70% de los casi 200.000 kilómetros cuadrados de terrenos contaminados.