Decenas de manifestantes se concentraron hoy en al menos dos puntos de la capital iraquí, Bagdad, pese al toque de queda implementado después de que en los dos últimos días murieran al menos seis personas y cerca de 250 resultaran heridas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en todo el país.
Uno de los escenarios de las protestas es la plaza Al Tayaran, adyacente a Tahrir, donde el martes se produjeron las primeras manifestaciones y donde ayer el despliegue de las fuerzas de seguridad obligó a los participantes a buscar lugares alternativos, confirmó a Efe una fuente policial con rango de coronel que pidió el anonimato.
Una segunda protesta está teniendo lugar en la plaza Al Julani, en el centro de Bagdad, confirmó la fuente, quien precisó que las fuerzas de seguridad están tratando de dispersar a los participantes con gases lacrimógenos.
La coalición liderada por Estados Unidos que lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Irak aseveró hoy que sigue el desarrollo de las protestas y llamó a las partes a "reducir las tensiones" y "rechazar la violencia".
El vocero de la alianza, coronel Myles B. Caggins III, mostró su preocupación, en un comunicado, por las víctimas registradas en las filas de los manifestantes y entre las fuerzas de seguridad.
"Creemos que las protestas públicas y pacíficas son un elemento fundamental de todas las democracias, no hay lugar para la violencia en esas manifestaciones", apuntó Caggins.
Cuatro manifestantes y un agente de la Policía fallecieron y medio centenar de personas resultaron heridas este miércoles en Al Naseriya, la capital de la provincia meridional de Di Qar, donde las protestas se tornaron violentas y tuvo que ser decretado el toque de queda.
Los manifestantes habían asaltado anteriormente la sede del gobierno regional en Al Naseriya y le habían prendido fuego, según la televisión estatal Al Iraquiya.
Las víctimas del miércoles se suman al manifestante fallecido el día anterior en Bagdad, donde las manifestaciones derivaron en enfrentamientos entre los participantes y las fuerzas de seguridad, que respondieron con tiros al aire, cañones de agua y gas lacrimógeno al lanzamiento de piedras y botellas vacías.
En los últimos meses se han registrado otras protestas similares en contra del Gobierno del primer ministro, Abdel Abdelmahd, formado el pasado octubre con un perfil tecnócrata para hacer frente a los acuciantes problemas económicos que sufre Irak tras años de conflicto armado y de una extendida corrupción.