Este miércoles, los manifestantes prodemocracia en Hong Kong intensificaron sus acciones para lograr paralizar completamente las actividades en la ex colonia británica, escenario en los últimos tres días de los más graves disturbios y actos violencia.
Hasta ahora, las manifestaciones se llevaban a cabo generalmente durante las noches o los fines de semana, lo que afectaba menos a la vida de los hongkoneses. Ahora, tras 24 semanas de movilización, los manifestantes han decidido pasar a una nueva fase, llamada "apertura generalizada", que puede empujar al territorio, según la policía, "al borde del colapso".
Los manifestantes en Hong Kong se organizan usando las redes sociales y tienen como objetivo diversos barrios de la ciudad para alterar al máximo su funcionamiento diario y poner a prueba a las fuerzas policiales.
Este miércoles, por tercera jornada consecutiva, la mayoría de las líneas de metro -que transporta diariamente a más de la mitad de los 7,5 millones de habitantes del territorio- se cerraron después de varios actos de violencia.
Asimismo, varios centros comerciales y colegios permanecieron cerrados. Además, numerosas calles fueron repletadas con adoquines, piedras, bicicletas destrozadas y todo tipo de restos, para perturbar la circulación de automóviles.
Cabe recordar que Hong Kong es una ex colonia británica devuelta a China en 1997, es una región semiautónoma dirigida bajo el principio de "un país, dos sistemas" hasta 2047, por lo cual tiene libertades que no existen en el resto de China.
Pero los manifestantes prodemocracia acusan a Pekín de incumplir sus promesas aumentando su control político en el territorio y piden elecciones libres para designar a sus autoridades locales.
Más violentas
Las jornadas del lunes y martes fueron las más violentas en 24 semanas de movilización, y los campus universitarios de Hong Kong se convirtieron el martes por primera vez en escenario de duros enfrentamientos.
Este miércoles, los estudiantes chinos del continente empezaron a abandonar los campus de Hong Kong en autobuses y ferries, según fuentes policiales y universitarias, por miedo a la violencia en la excolonia, pero hasta el momento no se tiene un número definitivo de personas que han abandonado el territorio
En la universidad china de Hong Kong, la policía disparó gases lacrimógenos y balas de goma a los cientos de manifestantes que habían creado las barricadas.
Hubo grupos de manifestantes radicales con máscaras que instalaron barricadas y cortaron carreteras en las universidad del territorio. En la universidad politécnica hubo enfrentamientos cuando la policía intentaba detener a una estudiante.
"El Estado de derecho en Hong Kong está al borde del desmoronamiento total", declaró el martes el vocero de la policía, Kong Wing-cheung.
Este miércoles, otro vocero policial, John Tse, criticó con dureza los disturbios. "Ninguna excusa, ninguna razón política puede justificar o glorificar esta locura", dijo.
Los medios oficiales chinos indicaron esta semana que el Ejército Popular de Liberación de China, que tiene una guarnición en Hong Kong, está listo para apoyar a las policías si fuera necesario.
Pero los recientes acontecimientos hacen dudar que la policía de Hong Kong sea capaz de resolver la crisis. Y además está muy lejos de encontrarse una solución política para el territorio semiautónomo.
