Karen Longaric asumió el miércoles como la nueva canciller de
Bolivia y de inmediato llamó a "
fortalecer" las relaciones internacionales de su país con
Chile, así como con
Estados Unidos y la
Unión Europea, tratando de desmarcarse de los conflictos que el anterior Gobierno de Evo Morales tuvo en su periodo.
Licenciada en derecho de la Universidad Mayor de San Andrés, La Paz, y con un doctorado en derecho internacional y estudios jurídicos internacionales en la Universidad de La Habana,
Longaric tendrá una nueva etapa en la cartera, ya que en dos periodos trabajó en el Ministerio de Relaciones Exteriores de su país, una vez como directora de Organismos Internacionales y otra como directora de Asuntos Jurídicos y Tratados Internacionales.
La nueva canciller ha sido muy crítica del manejo internacional del ex Presidente Evo Morales, sobre todo en el caso de su país contra Chile por la disputa marítima. En más de una oportunidad rechazó las declaraciones del ex Mandatario y, luego de la derrota en la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) en 2018, dijo a El Comercio de Perú que se reanude el diálogo con nuestro país. "Avancemos poco a poco persuadiendo al interlocutor, no confrontándolo ni desafiándolo", expresó.
Chile y el fallo de La Haya
Desde que Evo Morales comenzó su mandato, uno de sus objetivos fue lograr una salida soberana para Bolivia al Océano Pacífico. Para ello, en 2013, el país altiplánico presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia para que este tribunal resolviera sobre la supuesta obligación de Chile de negociar una salida al mar, un hecho que Longaric veía complejo desde un inicio.
En 2012, la experta internacional, antes de que la demanda fuera presentada a La Haya, dijo que ésta "probablemente será rechazada por falta de jurisdicción y competencia del tribunal internacional", y señalaba que Bolivia debía verificar tres escenarios para que la petición pudiera ser acogida. "(..) apertura de la jurisdicción internacional, competencia favorable del tribunal respectivo y la sumisión voluntaria de Chile a dicho tribunal", aspectos que según Longaric eran complejos de demostrar debido a "los rigurosos requisitos del Pacto de Bogotá y de la Convención de La Haya en 1899".
Ante este escenario, Longaric veía con buenos ojos un acercamiento de la
ONU o la
OEA para que ambos países intentaran llegar a un acuerdo. Sin embargo, y luego de que Morales presentara de forma oficial la demanda en 2013,
la postura de la actual canciller cambió, y llegó a aconsejar incluso que se debía
evitar hacer referencia alguna al Tratado de 1904, ya que "su sola mención podría obstruir la apertura de la jurisdicción de la Corte". Además, aseguró que el artículo
36 del tribunal internacional señalaba su competencia para "actos y acciones desarrollados en el marco de las relaciones internacionales de carácter público".
En 2015, la CIJ rechazó la objeción de competencia presentada por Chile, lo que fue motivo de celebración en Bolivia. De todos modos, luego de que el mismo tribunal analizara en 2018 el caso, falló a favor de Chile y denegó la solicitud de Bolivia. Tras este hecho, Longaric aseguró que la "negociación" era la única forma de llegar a un acuerdo.
"La única vía factible es la vía de la negociación y la negociación es un mecanismo político y diplomático. No es un mecanismo de carácter jurídico", dijo la canciller en 2018 a Efe. Agregó que "no hay otra alternativa de solución" en lo jurídico y que "lo mejor que podemos hacer es cerrar el capítulo de la corte y volver a intentar el diálogo".
Crítica al manejo internacional de Morales
A pesar de la clara derrota de Bolivia en La Haya, en marzo de este año Morales llamó a Chile al diálogo sobre el tema marítimo y dijo que "la Corte no ha rechazado nuestra histórica e indeclinable demanda".
Ante esto, Longaric discrepó con el ex Presidente y dijo a TVU que "el discurso de Morales ha estado muy alejado a la verdad, de lo que realmente significa el fallo de La Haya. Yo creo que es un discurso de carácter estrictamente político para fines de satisfacción de sus correligionarios, porque el fallo ha sido adverso contra Bolivia, ha sido adverso al decir que Chile no tiene la obligación jurídica de negociar con Bolivia".
"Al decir que la Corte se ha parcializado en favor de Chile ¿se está haciendo una acusación implícita de prevaricato? Cuidado. Eso es muy delicado. Las críticas deben parar, eso muestra una pésima imagen de Bolivia en el contexto internacional"
Karen Longaric
A lo largo de su carrera, la canciller se ha mostrado
muy crítica del manejo internacional del gobierno del ahora ex Presidente de Bolivia. En otra oportunidad, en una columna escrita a Pagina Siete, señaló que Morales omitió frases al citar párrafos que la Corte Internacional ocupó tras el fallo final. Ante esto, Longaric habló de una "
construcción artificiosa del alcance de los fallos" y que "despertó falsas expectativas", que se instalaron en "el imaginario del pueblo boliviano como una verdad absoluta".
Por otro lado, luego de que Morales se enojara por el fallo que emitió la Corte Internacional por la demanda marítima -el ex Presidente calificó de "subalternos" de la ONU a los jueces-, Longaric dijo a Página Siete que había que "actuar con serenidad y altura", teniendo en cuenta que el tribunal está analizando otro diferendo con Chile, como es el caso por el uso de las aguas del río Silala.
"Al decir que la Corte se ha parcializado en favor de Chile ¿se está haciendo una acusación implícita de prevaricato? Cuidado. Eso es muy delicado. Las críticas deben parar, eso muestra una pésima imagen de Bolivia en el contexto internacional", dijo.
Por otro lado, y luego de que Morales se candidateara para estas elecciones, señaló en una columna que los comicios "terminaron de la misma manera que empezaron, viciadas de nulidad", y que al declararse el ex Mandatario como vencedor, "rebasó la tolerancia del pueblo que se levantó con protestas pacíficas pidiendo nuevas elecciones".
Ahora, recién asumida empieza una nueva etapa en esta cartera en Bolivia. En sus primeras declaraciones dijo que su país "vive sus primeras horas en libertad", que "no hubo un golpe de Estado" en su nación y que esperaba la renuncia de los embajadores con perfil político. No se manifestó por los anteriores fallos en La Haya, aunque sí dijo años atrás que "al mar no puede renunciar ningún boliviano".
