Chile no es el único: Siete países que están viviendo manifestaciones en su territorio
Pasando por Asia y Europa, el Cono Sur o Medio Oriente, se pueden encontrar otras naciones que desde febrero o la semana pasada han sido testigos de las protestas que embanderan sus ciudadanos.
Las otras manifestaciones y luchas sociales en el mundo
Desde el 7 de febrero Haití
El mismo día que se cumplieron 33 años de la dictadura duvalierista en la isla caribeña, se iniciaron protestas en distintas ciudades por la publicación de un informe, el cual denunciaba a funcionarios gubernamentales —incluido el Presidente Jovenel Moïse— por la presunta utilización indebida de US$3.800 millones provenientes del programa petrolero PetroCaribe de Venezuela. Una noticia que llegó a salpicar el vaso nacional del descontento, que se sumó a décadas de liderazgo fallido, el creciente costo de vida y el malestar económico.
Es por ello que miles de manifestantes, mayormente dirigidos por el excandidato presidencial y líder del partido socialista Pitit Dessalines, "el renovador" Jean-Charles Moïse, se han unido para exigir la renuncia del actual mandatario. Asimismo, lograron liberar a 78 detenidos de una cárcel en son de sus condiciones de vida, y se han empecinado en destruir autos de lujo por ser "símbolos de riqueza".
Hasta el momento van 11 meses de inestabilidad política y de bloqueo económico, y más de 32 personas han perdido la vida según la ONU. Circunstancias que han hecho asegurar a su Presidente que el país está viviendo una crisis humanitaria.
Desde el 9 de junio Hong Kong
Cientos de miles de hongkoneses salieron a las calles para protestar en junio contra una propuesta legislativa impulsada por el Gobierno de Carrie Lam, en la que se permitía que personas sospechosas de delitos pudieran ser extraditadas a China, Taiwán y Macao. Una medida que se vería retrasada días después, tras la que sería —con cerca de dos millones— la mayor protesta en la historia de la región administrativa.
Durante los seis meses de movilizaciones, catalogadas como "prodemocracia", las protestas han estado marcadas por una fuerte represión y un reconocido nivel de organización que surge a pesar de no tener una autoridad centralizada. Y es que apoyados con la tecnología y los servicios de mensajería instantánea, han podido llamar pacíficamente a aglomerarse o a luchar por otras demandas como: retirar el calificativo de "revuelta" a las marchas, investigar la actuación policial, libertad incondicional para los manifestantes detenidos y la puesta en marcha del sufragio universal.
La muerte de un hombre de 70 años durante la segunda semana de noviembre,sumado al fallecimiento de un estudiante de 22, recrudeció la tensión en el centro urbano.
Desde el 1 de octubre Irak
A inicios del mes pasado estallaron las protestas en esta república del Oriente Medio, cuando miles de jóvenes salieron a las calles para exigir el fin de la corrupción y el de un Gobierno "que no ha sido capaz de resolver los problemas de suministro de servicios básico, lo que se suma al grueso número de desempleados.
Si bien el primer ministro iraquí Adel Abdelmahdi anunció a fines de octubre que estaba dispuesto a dimitir, dependiendo si los principales partidos políticos de la nación unificaban o no sus criterios para que no hubiese un vacío de poder, la represión es tal que la Amnistía Internacional llamó a las autoridades a ponerle freno de inmediato a las fuerzas de seguridad y así evitar un mayor "baño de sangre": según datos de la ONG Observatorio Iraquí para los Derechos Humanos, al menos 312 personas han muerto en nueve provincias desde que comenzaron las protestas.
"Si aquellos que están en el poder piensan que pueden eludir una verdadera reforma postergando y dilatando, se equivocan" dijo el ayatolá Alí Sistani, máximo responsable religioso chiita del país, quien agregó en un sermón que Irak "no volverá a ser el mismo" después de esta ola de protestas.
Desde el 14 de octubre España
A mediados de octubre, miles de independentistas colapsaron los centros neurálgicos de distintas ciudades en Cataluña, como forma de rechazar una sentencia resuelta por el Tribunal Supremo de España. Este órgano constitucional había dictado penas de entre nueve y 13 años para los líderes soberanistas catalanes, por su papel en el proceso que llevó a la celebración de un referendo y la declaración de independencia en 2017: entre los condenados en el llamado "Juicio del Procés", estaban Jordi Sánchez, Oriol Junqueras y Carme Forcadell, entre otros.
Es por ello que los partidarios independentistas iniciaron a organizarse coordinados por la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC) junto a los Comités de Defensa de la República, apoyados por la plataforma ciberactivista Tsunami Democrático, la cual utiliza distintas redes sociales para comunicarse y dar a conocer sus directrices.
Según el medio El Confidencial, las Fuerzas de Seguridad detectaron en las protestas a grupos antisistema extranjeros preparados para desatar el caos en Barcelona, por lo que se ordenó a los Mossos d’Esquadra, a la Policía Nacional y a la Guardia Civil, doblegar la presencia de agentes antidisturbios.
Desde el 17 de octubre Líbano
Como "sin precedentes" calificó el Gobierno las protestas bautizadas como "la revolución del WhatsApp", motivadas por un anuncio del Ejecutivo de Saad al-Hariri en el que se comunicaban la intención de tasar las llamadas telefónicas hechas a través de la aplicación de mensajería y cobrar por ellas un impuesto de $154 pesos al día para así contrarrestar la crisis financiera que dejó más de ocho años de conflicto sirio.
Ya al segundo día se atacaban las oficinas de distintos partidos políticos, las principales carreteras que conectaban Beirut estaban cerradas y las Fuerzas Armadas del Líbano pedían la renuncia del primer ministro, el cual le entregó 72 horas a "sus socios de Gobierno" para apoyar reformas que reducirían el déficit. Intento que no llegó a puerto, con las manifestaciones más masivas desde 2005 y la dimisión de Saad al-Hariri.
A un mes de iniciadas las protestas el movimiento no cesa. Menos tras los dichos del Presidente Michel Aoun que espetó contra los protestantes y les indicó que si "no creen que hay gente buena (en el Líbano) que emigren".
Desde el 20 de octubre Bolivia
Fueron las elecciones generales del Estado Plurinacional las que detallaron la crisis social en el país altiplánico, donde el entonces Presidente Evo Morales veía su cuarto periodo respaldado con un 47,08% de las votaciones a las que ingresó por un fallo del Tribunal Constitucional en 2017. Y es que la suspensión sin previo aviso del escrutinio que no le favorecía, suscitó la idea de un fraude electoral, lo que motivó a millones de bolivianos a salir a las calles e incluso una auditoría por parte de la OEA, la cual confirmó la teoría opositora y recomendó celebrar nuevos comicios.
Veinte días después, las protestas crecieron en magnitud y los manifestantes le solicitaron a los agentes de Defensa que se unieran a su pueblo. Así, el 10 de noviembre, la oposición junto a las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional le pidieron la renuncia a Morales, quien dejó La Paz, acusó de Golpe de Estado y partió con su comisión a refugiarse a México.
Hoy las protestas suman 17 personas fallecidas; un grueso número marcha a favor de Morales, la ONU ha anunciado "que la situación puede empeorar", y un Gobierno provisional —liderado por la ahora Presidenta Jeanine Áñez— ha llevado el Ejecutivo desde el Palacio Quemado.
Desde el 15 de noviembre Irán
Más de mil personas han sido detenidas en las protestas que desde el pasado viernes se han replicado en la República Islámica, las cuales comenzaron tras un anuncio del Gobierno de Hasán Rohani de recortar los subsidios de la gasolina y aumentar los precios de este combustible en un 50%, como forma de superar las sanciones económicas de Estados Unidos que estrangulan al país.
Las manifestaciones, que partieron pacíficamente bloqueando carreteras pero han terminado en violentos enfrentamientos contra la policía, muestra —según la agencia de noticias Associated Press— la ira generalizada entre los 80 millones de personas de Irán que han visto evaporarse sus ahorros en medio de los escasos empleos y el colapso de su moneda nacional.
Como forma de respuesta, el Gobierno de Rohani ha cortado el acceso de internet en Teherán y distintas partes del país. Una medida que inició tras un punto de prensa del ministro del Interior, quien aseguró que "las fuerzas de seguridad les harán frente": situación que mantiene alerta a la Oficina del Alto Comisionado de la ONU, por las "decenas" de muertos que puede estar dejando al represión.