El secretario de Salud, Adolfo Rubinstein (en la foto), fue quien firmó la resolución.
La Nación, GDA
El gobierno de Mauricio Macri ordenó revocar una actualización de la guía para abortos no punibles horas después de su publicación el miércoles en el Boletín Oficial, lo que desató una fuerte polémica en el seno de la coalición gobernante.
La resolución fue oficializada con la firma del secretario de Salud, Adolfo Rubinstein, integrante de la socialdemócrata Unión Cívica Radical (UCR), una de las fuerzas que integran la coalición de gobierno Cambiemos, liderada por Macri.
El nuevo protocolo
reconocía la autonomía de las adolescentes para decidir la interrupción de embarazo en los casos no punibles, es decir, en caso de
violación o riesgo para la vida de la madre. Esto, siguiendo la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"La Secretaría de Gobierno de Salud aprobó el protocolo nacional para la atención integral de las personas con derecho a ILE (Interrupción legal del embarazo). Un gran paso para seguir avanzando en la consolidación de derechos y en la protección de la salud pública con equidad", había tuiteado Rubinstein, un activo militante por la legalización del aborto.
Pero su iniciativa desató una crisis dentro de Cambiemos, que dejará el gobierno el 10 de diciembre próximo.
"Me parece lamentable y claramente inconstitucional la resolución del secretario de Salud ampliando de manera irresponsable las causales del aborto no punible y limitando la objeción de conciencia médica", se quejó el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, dirigente del partido de Macri, PRO (centroderecha).
La ministra de Salud y Desarrollo Social, de quien depende Rubinstein, no habría dado el visto bueno al protocolo, según fuentes ministeriales, por lo que el Gobierno decidió dar marcha atrás.
En 2018, Macri dio vía libre para tratar por primera vez en el Congreso un proyecto de legalización del aborto, pero finalmente fue rechazado por el Senado, tras ser aprobado en Diputados.
Pero durante la campaña electoral de este año, el Presidente enarboló un discurso "pro-vida" para conquistar el "voto celeste", que identifica a los detractores del aborto legal.
En tanto, el Presidente electo Alberto Fernández, peronista de centroizquierda, anunció que impulsará la despenalización o legalización del aborto tras asumir el mando en diciembre, decisión que atribuyó a una cuestión de salud pública.
Se estima que en Argentina se realizan unos 500.000 abortos al año y que un centenar de mujeres mueren por las prácticas hechas en clandestinidad.