A días de asumir, el Presidente electo de Argentina,
Alberto Fernández, sigue marcando directrices de lo que será su próximo Gobierno, recalcando
el giro al progresismo que decidieron los trasandinos, un camino que, aseguró, es el que quiere seguir América Latina.
En esa línea, el líder del Frente de Todos destacó su amistad con el ex candidato presidencial chileno Marco Enríquez-Ominami (ME-O), con quien fundó el llamado Grupo de Puebla, referente progresista que reúne a diferentes líderes de la región, como los ex presidentes José "Pepe" Mujica, Dilma Russeff y Lula da Silva, entre otros.
"Marco es muy amigo mío, como su padre (Carlos Ominami), los dos son muy amigos míos, y a Marco lo quiero mucho.
Juntos impulsamos esto que se llamó el Grupo de Puebla, y yo no sé cómo es esto que un chileno te ayude, pero a mí me ha ayudado", dijo Fernández en conversación con Radio con Vos.
Así, al ser consultado por una posible colaboración del líder del PRO chileno en su Gobierno, el Mandatario electo aclaró que "estamos trabajando ocasionalmente, solo es mi amigo".
No obstante, remarcó que ME-O "está haciendo un trabajo muy importante en el Grupo de Puebla (...) Ustedes no saben lo que me ayudó en el Grupo de Puebla a resolver los problemas de Bolivia, la salida de Evo de Bolivia, que estaba asediado", refiriéndose al operativo para sacar al renunciado Mandatario altiplánico de su país.
El camino de Latinoamérica
Fernández también se refirió al presente de Latinoamérica, que en el último tiempo ha registrado una serie de movimientos sociales en países como Chile, Ecuador y Colombia. "Si vos mirás, el continente se está rebelando contra la derecha. Entonces, ¿hacia dónde va América Latina? Me parece que no va hacia la derecha",enfatizó.
"Se rebelan en Ecuador contra la derecha, se rebelan en Colombia contra la derecha, se rebelan en Chile contra la derecha, y lo que parecía ser que iba a ser un paseo de todos los partidos contra el Frente Amplio en Uruguay, hasta el día de hoy no sabemos quién ganó. Y en Bolivia tuvieron que hacer un golpe de Estado para sacar a Evo Morales del medio", agregó.
En este sentido, afirmó que "yo lo que siento es que nosotros, Cristina (Fernández), yo y el Gobierno,
vamos en el mismo sentido que la gente, y ahí no tengo miedos, estoy muy seguro. Y que el mundo nos mira, Latinoamérica nos mira a nosotros con expectativa, porque dicen 'ahí puede haber un cambio de clima en América Latina'. Pero lo cierto es que nosotros ganamos, y en América Latina se desató una demanda social que parecía dormida".
Para el Mandatario electo, esto refleja que los latinoamericanos se estén rebelando contra "la lógica del ajuste, contra la lógica de achicar el Estado, contra la lógica de ajustar las jubilaciones, contra la lógica de perder derechos, contra la lógica de perder la educación pública. Contra eso se está rebelando la sociedad de América Latina. Es decir, van en el mismo sentido que nosotros".
Rechazo a nuevo préstamo del FMI
En otros temas, Fernández también sugirió que el Fondo Monetario Internacional (FMI) no envíe los 11.000 millones de dólares que restan por llegar del préstamo de 56.300 millones concedido en 2018.
"¿Tengo un problemón y voy a pedir 11.000 millones más?.Lo que quiero es dejar de pedir y que me dejen pagar", dijo el líder peronista, al ser consultado por la negociación con el organismo cuando asuma el poder, en un contexto de incertidumbre por la alta deuda externa del país.
Fernández remarcó que la "primera regla" es "cumplir" con los compromisos, pero para ello llamó al FMI a debatir el tiempo que necesita Argentina para volver a poner en marcha su economía, en recesión desde hace más de año y medio, pero sin recibir más dinero.
"Porque es querer calmar la borrachera mientras uno sigue tomando vino. Al día siguiente te levantás y lo que eran 45.000 se te convirtieron en 57.000. Tenés un problema más grande. Yo no quiero agrandar más ese problema, quiero resolverlo con sensatez", aseveró.