La Presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, abogó por mantener "relaciones de amistad y respeto mutuo" con México y España, después de la disputa política abierta con ambos países tras la entrada de diplomáticos españoles a la residencia de la embajadora mexicana en La Paz.
Áñez recibió el jueves al cuerpo diplomático acreditado en Bolivia, ante el cual denunció de nuevo el "escandaloso fraude" de las elecciones del 20 de octubre, en las que la Organización de Estados Americanos (OEA) detectó "irregularidades" que forzaron la dimisión del entonces Presidente, Evo Morales.
La actual dirigente reivindicó la constitucionalidad de su autoproclamación -asumió el mando tras la serie de dimisiones que siguieron a la de Morales- y condenó las "manifestaciones violentas y antidemocráticas" de quienes "se negaban a respetar la voluntad del pueblo y querían perpetuarse", según reportó el diario boliviano La Razón.
Asimismo hizo un llamado a combatir la corrupción y la "tendencia totalitaria" que se mantiene en algunos países de América Latina, así como a mantener alianzas históricas que en las últimas semanas han tambaleado, en particular las que Bolivia tiene con México y España.
"Nuestro Gobierno quiere mantener las tradicionales relaciones de amistad y respeto mutuo tanto con los gobiernos de México y España como con los pueblos de ambos países, con quienes nos unen lazos sólidos y culturales, políticos e históricos y hasta familiares", añadió.
En este sentido, Áñez apuntó la polémica abierta por la presencia de agentes españoles en la residencia de la embajadora mexicana, donde se encuentran asilados nueve antiguos cargos de Morales, a un conflicto con personas concretas, no con los Gobiernos de los países afectados ni con sus respectivas sociedades.
