Ayer, a eso de las 20:55 (hora local), un potente sismo de
magnitud 6,7 sacudió al este de Turquía, específicamente a la provincia de Elazig. Varios centros de monitero de actividad sísmica indicaron que el movimiento tuvo una profundidad de
6,7 kilómetros cerca de Sivrice, en Elazig.
Según cifras entregadas este sábado por funcionarios de emergencia, el número de muertos llegó a 21 y son 1.030 las personas heridas. "Los rescatistas seguían buscando a unas 30 personas sepultadas bajo los escombros de los edificios caídos en la provincia de Elazig y en la vecina Malatya, señaló el ministro de Salud, Fahrettin Koca.
Equipos de emergencias y fuerzas de seguridad distribuyeron tiendas, camas y mantas mientras los termómetros registraban temperaturas negativas durante la noche. Se abrieron mezquitas, escuelas, centros deportivos y residencias de estudiantes para albergar a los cientos de personas que dejaron sus casas después del sismo.
"Al menos cinco edificios se vinieron abajo en Sivrice y otros 25 quedaron destruidos en la región de Malatya", apuntó el ministro de Medio Ambiente y Urbanismo, Murat Kurum. Además, agregó que "cientos de estructuras sufrieron daños y no eran seguras".
Según un comunicado de la Autoridad de Gestión de Emergencias y Desastres de Turquía (AFAD), 17 personas murieron en Elazig y cuatro más en la vecina provincia de Malatya.
Tras el terremoto se produjeron 228 réplicas, las más fuertes con magnitudes de 5,4 y 5,1, apuntó la AFAD.
Imágenes de la televisión turca mostraron a rescatistas sacando a dos personas de entre los restos de un inmueble derribado en la localidad de Gezin. Otra fue salvada en la ciudad de Elazig, la capital de la región, y dos más en una casa en Doganyol, Malatya.
En total, 28 equipos de rescate trabajan contrarreloj en la zona, explicó la AFAD, que dijo que se movilizó a más de 1.300 operarios de 39 de las 81 provincias del país.
"Nuestra mayor esperanza es que el número de fallecidos no aumente",manifestó el presidente del parlamento, Mustafa Sentop.
Las empresas de telecomunicaciones anunciaron servicios gratuitos de teléfono e internet para los residentes en la región, y la aerolínea Turkish Airlines habilitó vuelos extra.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo en un mensaje publicado en Twitter durante la noche que se estaban tomando todas las medidas necesarias para "garantizar que el terremoto que ocurrió en Elazig y que se sintió en muchas provincias sea superado con la menor cantidad de pérdidas".