El Presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció este miércoles que todas aquellas personas que rompan la cuarentena por el coronavirus, que tiene 21 casos confirmados en el país, serán denunciadas "por incurrir en un delito contra la salud pública".
Fernández explicó que aquellos que viajen desde lugares considerados de riesgo, como Europa, Estados Unidos, China o Corea del Sur, deberán encerrarse de manera obligatoria durante 14 días.
En caso contrario, tal y como se contempla en el Decreto de Necesidad y Urgencia que el Gobierno publicará este jueves, los infractores se pueden enfrentar a penas de hasta 15 años de cárcel y multas de en torno a los 1.500 euros.
Si bien el Mandatario reconoció que "nunca" imaginaron que "un virus que dicen que se muere a 26 grados pudiera desarrollarse en Buenos Aires con 30", también ha destacado la "absoluta" capacidad de respuesta que tiene el Gobierno para atajar la situación.
"Todos los casos proceden de personas que vinieron de fuera. El virus explotó en Italia, también en España, (la canciller alemana, Angela) Merkel ha calculado que el 60 o 70 por ciento de los alemanes van a padecer la enfermedad. Europa se ha convertido en un problema y en Estados Unidos se va a expandir a una velocidad parecida", declaró el Presidente al canal de noticias argentino C5N.
Fernández aseguró sentirse "tranquilo" luego de asistir a una reunión con el gabinete y el equipo de científicos, expertos en infectología, tras comprobar que en "Argentina había actuado correctamente".
Por su parte, el Ministerio del Interior, según apuntó el periódico argentino 'Clarín', está evaluando cómo limitar el ingreso de ciudadanos europeos y estadounidenses al país, del mismo modo que presentará una resolución para suspender los visados a chinos, iraníes y surcoreanos.