El ex Presidente de Ecuado Rafael Correa fue condenado este martes a ocho años de cárcel como autor del delito de cohecho agravado, por el que perdería, además, sus derechos políticos durante los próximos 25 años, según dictaminó el tribunal penal de la Corte Nacional de Justicia.
De acuerdo a la sentencia, Correa y el ex vicepresidente Jorge Glas, quien fue su estrecho colaborador, fueron condenados como autores del delito de cohecho, mientras que la mayor parte de la veintena de imputados en la misma causa, fueron declarados coautores del mismo, y dos ex funcionarias de la Presidencia como cómplices.
Tanto para Correa como a Glas, el panel de tres jueces que compone el tribunal, emitió una condena de ocho años de cárcel y la inhabilitación de la política durante 25 años.
"La sentencia como tal debe ratificarse o no en segunda instancia. Todavía ninguna pena esta ejecutoriada. Esto debe llegar hasta casación y resolverse para estar en firme", explicó la fuente judicial sobre el alcance de la condena.
El ex Mandatario enfrenta asimismo el pago por daños y perjuicios, además de una reparación integral con la instalación de una placa en el Edificio de la Presidencia de la República, ofreciendo disculpas públicas.
La sentencia acusa a Correa de haber liderado una red de corrupción entre 2012 y 2016 mediante la cual recibió "aportes indebidos" en el palacio presidencial de Carondelet, para el financiamiento irregular de su movimiento político, el izquierdista Alianza País, a cambio de la adjudicación de millonarios contratos del Estado a varias empresas, entre ellas Odebrecht.
El ex Presidente, que reside en Bélgica y se encuentra prófugo de la justicia por esta y otra causa, ha calificado de "payasada" el juicio y su defensa ha cuestionado la imparcialidad de los jueces, así como supuestas irregularidades de procedimiento en tiempo y forma.
Asimismo, tras conocer la sentencia, Correa escribió en su cuenta de Twitter: "Bueno, esto era lo que buscaban: manejando la justicia lograr lo que nunca pudieron en las urnas". Al mismo tiempo, advirtió a sus seguidores que se encuentra en buen estado y que seguirá luchando en el ámbito internacional.
"Yo estoy bien. Me preocupan mis compañeros. De seguro ganaremos a nivel internacional, porque todo es una mamarrachada, pero toma años. De tu voto depende que esta pesadilla acabe", indicó.
En las audiencias previas a inicios de marzo, la fiscal general, Diana Salazar, acusó al ex Mandatario de haber dado las órdenes para que se cometiera el delito sin necesidad de participar directamente: "Todo estaba organizado desde arriba", dijo.
Salazar consideró necesario el pago de una reparación económica de 1.130 millones de dólares, el valor total de cada uno de los contratos que se realizaron dentro de esta trama de corrupción.