La llegada del coronavirus a todos los países ha sido en diferentes días y se ha comportado de diversas formas en cada nación, dependiendo de la densidad poblacional, las medidas tomadas por los gobiernos, el sistema de salud, el respeto a las normas, el confinamiento y hasta los diferentes climas o la contaminación de las localidades.
Lo que quizás no se había reportado hasta las últimas dos semanas era que el comportamiento de la curva de contagios de covid-19 de algún país tuviera
una ralentización abrupta o un comportamiento desigual de un día para otro.
¿Las medidas de confinamiento? ¿El rastreo agresivo de casos sospechosos? ¿El número de test disponibles? O ¿alguna protección adicional de la población? Estas son todas las preguntas que se han planteado los expertos cuando han visto el caso de Sudáfrica, que pasó de reportar el viernes 27 de marzo 243 nuevos contagios a el sábado 28 de marzo solo 17 casos positivos.
La escalada de casos en Sudáfrica
Sudáfrica es una de las naciones más desiguales a nivel mundial, y por eso las autoridades temían el momento en que el virus llegara al país.
Pero finalmente llegó, y el 5 de marzo pasado se registró el primer contagiado por coronavirus, un hombre de 38 años que había estado en Italia cinco días antes y que a los dos días de haber llegado comenzó a presentar síntomas. Este caso hizo entonces que Sudáfrica pasara a ser el tercer país en África subsahariana en registrar el virus en su territorio, informaba en esos momentos Infobae.
Tras esto, y como ocurrió en la mayoría de los países en los que ha llegado el coronavirus, la curva de contagios comenzó a subir exponencialmente, de hecho, hasta el 26 de marzo pasado,
la nación se había convertido en el epicentro de la pandemia en el continente por lo que el Gobierno dispuso 21 días de confinamiento..
Los países que lo proseguían con mayor número de casos en África eran Egipto, Argelia, Marruecos y Túnez.
De hecho, el 10 de abril el Presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, anunció que el confinamiento se extendería dos semanas a partir del 16 de abril para evitar que los contagios aumenten y así seguir luchando contra el covid-19.
Sin embargo, luego de días en que los casos reportados eran 154, 155, 218 y 243, el 28 de marzo el número de contagiados nuevos cayó a 17, luego 93, después 46, y luego 27… Hasta llegar a este miércoles con un total de
2.415 casos totales y 27 fallecidos, según cifras la Universidad de Johns Hopkins. Números que distan enormemente de la realidad chilena que a pesar de haber reportado su primer caso el 3 de marzo, dos días antes que en Sudáfrica, registra 7.917 casos y 92 fallecidos.
Caída abrupta en los nuevos casos
Para las últimas semanas –en las que se auguraba un aumento exponencial de los casos- se habían preparado más camas en los hospitales, salas enteras a disposición de los contagiados por covid-19, las operaciones no urgentes habían sido reprogramadas y las ambulancias estaban equipadas, aseguró BBC Mundo.
Además, los equipos médicos se encontraban ensayando los protocolos y las autoridades habían pasado horas y horas en reuniones para elaborar un plan de emergencia ante la inminente llegada al peak de los contagiados. Pero hasta el momento, y en contraposición de lo que los expertos pensaban, los hospitales sudafricanos siguen en calma.
17 nuevos casos de covid-19 reportó Sudáfrica el pasado 28 de marzo
"Es un poco extraño, misterioso.
Nadie está seguro de qué está pasando", sostuvo el doctor
Evan Shoul, especialista en enfermedades infecciosas en Johannesburgo. Así también se expresó
Tom Boyles, otro médico especialista en enfermedades infecciosas en el Hospital Helen Joseph, uno de los centros de salud pública más grandes de Johannesburgo, que reveló que está "un poco perplejo".
"Los hemos estado llamando a la calma antes de la tormenta durante aproximadamente tres semanas. Estábamos preparando todo. Y simplemente no ha llegado. Es extraño", agregó.
A pesar de las buenas nuevas, los expertos en salud advierten que es demasiado rápido para cantar victoria y les preocupa que incluso esto pueda desencadenar una sensación de "relajo" en las personas respecto a la propagación del virus.
El pasado viernes, cuando el Mandatario anunció la extensión del confinamiento por dos semanas más, reveló que las medidas de cuarentena habían disminuido la tasa de infección por covid-19 en el país pasando de un 42% a un 4%.
Las teorías que se manejan
A pesar de que el promedio de casos diarios va generalmente en ascenso hasta que se ha llegado el peak en otras naciones, en Sudáfrica se ha mantenido cerca de los 60 desde el pasado 28 de marzo, cuando se produjo la caída en los reportes de contagiados. ¿Podría ser que la medida de confinamiento temprano y estricto de Sudáfrica haya hecho efecto? ¿o se debe más bien al trabajo hecho por los rastreadores de los casos sospechosos?
Ante esta pregunta, Ramaphosa contestó que era "demasiado pronto para hacer un análisis definitivo".
"Cuantas más personas se hagan las pruebas, más revelaremos si es una anormalidad o si es real", explicó a BBC Mundo
Precious Matotso, un funcionario de salud pública que está monitoreando la pandemia en Sudáfrica por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Puede haber signos tempranos que sean positivos, pero mi temor es que las personas comiencen a relajarse, en base a datos limitados", agregó.
Además de pensar que las medidas tomadas por el Gobierno pudieron haber hecho efecto, se ha hablado también de que los sudafricanos podrían tener una protección adicional al virus, como la vacuna de la tuberculosis -que es obligatoria para ellos desde que nacen-, el impacto que pueden estar generando los tratamiento antirretrovirales o las diferentes enzimas que tienen los distintos grupos de la población.
Pero ninguna de estas teorías ha sido comprobada.
"
Estas ideas han estado ahí por un tiempo. Me sorprendería si fuera resultado de una vacuna... Esas son teorías. Probablemente no sean ciertas", indicó Boyles.
Por otro lado, el académico Salim Karim, principal experto en VIH de Sudáfrica, cree que se trata de "hipótesis interesantes", pero nada más que eso. "No creo que nadie en el planeta tenga las respuestas", expresó.
Y Shoul, por su parte, sostiene que esta caída en los casos se puede deber a que las autoridades del país están "haciendo planes como si se acercara un tsunami".
"La sensación sigue siendo de gran anticipación nerviosa", añadió.
No hay que cantar victoria
Muchos expertos concuerdan en que esta caída de casos puede significar que, por ahora, los contagios se mantienen en barrios más acomodados de gente que llegó de viajes en el extranjero y que se han logrado contener por el momento, pero que en unos días más los contagios se trasladarán a localidades más desfavorecidas y pobres, lo que podría hacer que el covid-19 se esparza rápidamente.
Por lo que, según ellos, esa sigue siendo la próxima etapa más probable del brote, ya que ya se han confirmado infecciones en varios municipios.
Otros creen que esta situación de "pausa" antecede a lo que un médico consideró como "un aumento intergaláctico" de los casos.
"Los hemos estado llamando a la calma antes de la tormenta durante aproximadamente tres semanas. Estábamos preparando todo. Y simplemente no ha llegado (el coronavirus). Es extraño"
Tom Boyles, médico especialista en enfermedades infecciosas en el Hospital Helen Joseph
En el país actualmente existe preocupación respecto el poco alcance que puedan tener las pruebas disponibles en el sistema de salud, que en su gran mayoría se encuentran en clínicas privadas. Esto, porque en documentos internos del Departamento de Salud se destacan las crecientes preocupaciones sobre la mala gestión y la disfunción dentro del sistema estatal, en particular con respecto al lento número de pruebas.
Actualmente, según informó El Comercio, el Servicio Nacional de Laboratorios de la Salud de Sudáfrica puede procesar 5.000 pruebas en 24 horas. Y se proyecta que a finales de abril el sistema sanitario podrá procesar aproximadamente 36.000 pruebas de detección al día.
Debido a la falta de recursos que la crisis sanitaria puede provocar en ese país, el Presidente sudafricano junto a miembros de su Gobierno anunciaron que donarán un tercio de sus salarios a un fondo solidario para ayudar a combatir el coronavirus. "Nuestra lucha contra el covid-19 obliga a un cambio fundamental en nuestro comportamiento", sentenció la autoridad.
A pesar de eso, la incógnita que deja la ralentización abrupta del número de casos de un día para otro en ese país continúa abierta.