En un abril "común y corriente", Bélgica habría recibido miles de visitas de turistas europeos aprovechando las vacaciones de Semana Santa, con una Bruselas repleta de personas caminando de un lado a otro y amigos reuniéndose en las escaleras de los Museos Reales de Bellas Artes con una cerveza de trigo en la mano. Pero hoy el panorama es distinto.
Al igual que gran parte del mundo y que las capitales europeas, hoy Bruselas está desierto: pocas personas en las calles, todos con mascarillas, unas pocas bicicletas que van de aquí para allá repartiendo comida, pero la música que sonaba fuerte en los bares y el mismo ruido que hacía la gente que se juntaba en el centro de la ciudad ya no se escucha.
Bélgica, un país con 11,3 millones de habitantes, hoy está siendo azotado por el coronavirus y sus efectos. Hasta este jueves, el país europeo reporta 34.809 contagiados y 4.857 fallecidos, lo que significa que un 0,3% de la población total se ha contagiado, según cálculos hechos por Emol.
Un día "negro"
A principios de abril, los expertos belgas auguraban con positivismos ya haber llegado al peak de casos del virus, ya que los últimos días se había registrado un descenso importante en el número de contagiados nuevos, pero este miércoles Bélgica recibió una de las peores noticias: en solo 24 horas se registraron 2.500 personas con covid-19 positivo, por lo que las estimaciones volvieron a desarmarse.
"Hoy, esperan que les dé una posible garantía sobre el futuro. Lo hago de manera transparente y sin falsas promesas: nadie puede decir cuándo volverá la vida normal. Nuestra perseverancia será puesta a prueba una y otra vez. Que no nos desanime", expresó a los medios la Primera Ministra belga, Sophie Wilmès, durante la conferencia de prensa diaria tras conocerse el reporte, citada por The Brussels Times.
13,9% de los contagiados en Bélgica fallece por la enfermedad
Tras esta "mala noticia", la Premier, acompañada por los ministros/presidentes de las regiones del país, anunció que las medidas de confinamiento interpuestas se extenderían por lo menos hasta el 3 de mayo próximo.
Además detalló que no se celebrarán eventos masivos como festivales musicales o fiestas hasta al menos el 31 de agosto.
Una situación "relativamente normal"
El Ministerio de Salud de Bélgica reportó su primer caso de coronavirus el 4 de febrero pasado, cuando uno de los nueve belgas repatriados desde la ciudad china de Wuhan –el origen de la epidemia- dio positivo en el test, expuso EFE.
"La persona que ha dado positivo está en buen estado de salud y no presenta por el momento ningún signo de la enfermedad", precisó en esos momentos la ministra de Salud, Maggie de Block.
Tras este primer contagiado, el paciente se puso en un aislamiento estricto, lo que resultó ser positivo, ya que hasta el 1 de marzo la nación logró mantener solo un contagiado con el virus.
Apenas dos días antes de que el coronavirus se registrara por primera vez en Chile, a 12.110 kilómetros, en Bélgica solo se tenían dos casos de la enfermedad. Y la situación continuó con una relativa normalidad –en comparación al alza de los otros países- hasta el 25 de marzo, cuando saltó de los 668 casos diarios hasta 1.300 casos reportados al día siguiente.
A partir de esa jornada las cifras de casos nuevos en el país europeo siempre se mantuvieron en más de mil, según las estadísticas de la Universidad Johns Hopkins: 1.300 (26 de marzo), 1.000 (27 de marzo), 1.900 (28 de marzo), 1.700 (29 de marzo) y 1.100 (30 de marzo).
Actualmente, Bélgica tiene una de las tasas de letalidad más altas por el covid-19 en toda Europa (13,9%). Las cifras son impresionantes, tal y como reportó AFP: mientras Bélgica está rozando las cinco mil muertes por la epidemia, Reino Unido y Francia, seis veces más poblados, tienen 13 mil y 17 mil muertes cada uno.
Si se tiene en cuenta el número de muertes por millón de habitantes, Bélgica, con 419, supera a sus vecinos británicos (190) y franceses (263), pero también por primera vez a España (409) en la lista de países más afectados.
Pero, ¿qué hizo mal Bélgica? ¿Por qué los casos han aumentado en 30 mil en las últimas tres semanas?
El "relajo" de las medidas
Según las explicaciones que entregó la Primera Ministra el miércoles, las elevadas cifras de fallecimientos se deben a que ellos son más "transparentes" en la entrega de los números a diferencia de sus vecinos.
Bélgica "escogió la mayor transparencia en la comunicación de las muertes vinculadas a la covid-19", justificó la jefa del Gobierno belga, que no descartó la integración "a veces de cifras sobrestimadas".
"En Europa, ningún país realiza los balances como el resto. Nosotros lo hacemos de forma más detallada", expresó la ministra de Salud a la cadena de televisión LN24, para defenderse de las críticas.
Pero el 6 de abril pasado, tras 26 días de restricciones de movilidad, Bélgica "relajó" las medidas impuestas por la pandemia. Esto significó que el Ejecutivo permitiera que las familias con niños menores de seis años o a cargo de personas de la tercera edad pudieran usar sus automóviles para salir a realizar actividades recreativas, informó el Centro Nacional de Crisis de ese país.
Por lo que desde la semana pasada, el Gobierno permite, e incluso recomienda, hacer deporte o pasear al aire libre mientras se respete una distancia de seguridad y mientras la distancia recorrida en automóvil sea discreta.
"Es un gran desafío disfrutar el buen tiempo de los últimos días mientras respetas las instrucciones", dijeron los expertos del Centro de Crisis y el Servicio Federal de Salud Pública belga, que animaron a la población a "disfrutar del sol respetando las medidas de confinamiento" y a "descubrir la ciudad a pie o en bicicleta" durante las vacaciones de Semana Santa.
A pesar de que no hay datos que avalen que esta situación pudo haber aumentado el número de contagiados, 9 días después de que se relajaron las medidas de confinamiento, el país llegó a su cifra más alta de contagios registrados en un día: 2.500 (15 de abril), según cálculos realizados por Emol.
El "drama" de los adultos mayores
Uno de los principales puntos débiles en el manejo de la crisis sanitaria por parte de los belgas es el fracaso que han tenido en los hogares de ancianos. Según Aljazeera, se estima que los residentes de estos lugares representan el 40% de las cifras de muertes hasta la fecha.
De hecho, el 31 de marzo pasado, la Sociedad Belga de Gerontología y Geriatría envió una circular a los médicos que ejercen en las residencias de la tercera edad y a las personas que tienen a cargo familiares con problemas mentales o enfermedades terminales para que en el caso de que se registrara un contagio en alguno de los adultos mayores, no se trasladen a los hospitales, sino que "privilegien la administración de cuidados paliativos en la misma residencia".
Las instrucciones no causaron gran revuelo en la sociedad belga que está acostumbrada ya a la eutanasia como una fórmula de morir legal, pero sí generó cierto debate en los médicos, reportó ABC.
Según la profesora Nele Van Den Noortgate, del Hospital Universitario de Gante, "en el caso de estos pacientes, el tratamiento hospitalario puede prolongar la vida, pero ofrece pocas posibilidades de recuperación", mientras que si se mantiene a los ancianos enfermos en las residencias, se evita la sobrecarga de los hospitales.
"Nadie puede decir cuándo volverá la vida normal. Nuestra perseverancia será puesta a prueba una y otra vez. Que no nos desanime"
Primera Ministra belga, Sophie Wilmès
Pero con tales condiciones muchos adultos mayores belgas se sientes "desprotegidos" ante la posibilidad de sobrevivencia si es que adquieren el virus. Para el sociólogo Geoffrey Pleyers, esta es "una tragedia humana, social y ética (…) a puerta cerrada detrás de las residencias de ancianos".
"¿Qué proporción de esas muertes podría haberse evitado si se hubieran beneficiado (los adultos mayores) de los cuidados en los hospitales?", se pregunta el investigador belga en una tribuna publicada en el diario Le Soir.
Ante la magnitud del drama, el Gobierno belga decidió multiplicar por diez su esfuerzo inicial de 20.000 pruebas para las residencias de ancianos y facilitar 210.000, un suministro gradual iniciado el miércoles, lo que para muchos es insuficiente debido a que en las residencias hay 160.000 adultos mayores y 110.000 empleados, que además pueden ser posibles vectores de la enfermedad.
Hace unos días, el ministro de Salud chileno, Jaime Mañalich, usó de ejemplo a Bélgica como uno de los países en los que los casos se habían "disparado", siendo que en un minuto la situación del país europeo fue muy similar a la de Chile. Hoy, Bélgica es el décimo país en el mundo con más contagiados, después de China, Irán y Turquía, a pesar de ser demográficamente mucho menores.