Mientras cerca de 186 naciones del globo se encuentran bajo estrictas medidas de confinamiento debido a la llegada del coronavirus a sus territorios, en Turkmenistán se reportan cero casos positivos del virus, lo que lo deja como la única nación sin contagiados en Asia Central, situación que, no obstante, ha sido puesto en duda por organizaciones internacionales y expertos.
Turkmenistán, a pesar de compartir frontera con Irán -el décimo país más afectado por la crisis sanitaria en el mundo, con 103 mil contagiados y más de seis mil fallecidos- no vive la misma realidad que gran parte de las naciones del mundo: sus ciudadanos hacen su vida con normalidad, van a restaurantes, a bares o cafés, realizan ceremonias de matrimonio, eventos masivos y celebran las fiestas nacionales.
La Universidad Johns Hopkins no tiene a la nación asiática en sus registros, lo que ha hecho que se levanten suspicacias contra su "transparencia".
Censura al "coronavirus"
Es tanta la "normalidad" que se vive en este país con 5,8 millones de habitantes, que ni en las calles ni en los medios de comunicación se hace mención al "coronavirus" o sus sinónimos, esto porque el uso de la palabra está prohibido por las autoridades y las personas son detenidas inmediatamente por la policía si es que son descubiertas pronunciándola.
Turkmenistán es uno de los países más dictatoriales y herméticos del mundo, es por esto que el Gobierno ha evitado a toda costa que se sepa de la pandemia. En la nación se sanciona con pena de cárcel a todo aquel que ocupe mascarilla, se ha empeñado en eliminar todo tipo de folleto explicativo del personal médico que haga alusión a la crisis mundial que se está viviendo y le pide al personal sanitario que ignore todo diagnóstico positivo del virus.
"Un conocido que trabaja en una agencia estatal me dijo que no debería decir que el virus está aquí o que escuché sobre él, de lo contrario podría tener problemas", manifestó un residente de la capital Ashgabat, que prefirió mantenerse en el anonimato.
De acuerdo con el diario El Mundo de España, a esto se suma la fuerte censura contra los medios de comunicación, situación que lo hizo estar en el último lugar en el ranking mundial de libertad de prensa en 2019 (peor evaluado que Corea del Norte) realizado por Reporteros Sin Fronteras, y los medios que funcionan están controlados por el Estado.
Además, la mayoría de los habitantes de la antigua república soviética no tiene acceso a internet y gran parte de los sitios web están censurados.
0casos de coronavirus reporta Turkmenistán a la fecha
El 26 de abril pasado, mientras países como Estados Unidos vivían sus peores semanas tras la llegada del covid-19, el Presidente de Turkmenistán, Gurbanguly Berdimukhammedov, ordenó a miles de ciudadanos que participaran en los eventos del Día Nacional del Caballo, protagonizados por él y sus animales.
Según citó Buzzfeed News, en base a informaciones de medios estatales y de oposición, en honor a las celebraciones se llevó a cabo una carrera en un complejo deportivo ecuestre cerca de la capital, un concurso de belleza de caballos, actuaciones y bailes ecuestres.
Estas conmemoraciones ocurrieron mientras su vecina Tayikistán, gobernada por otro líder autoritario, anunció públicamente sus dos primeros casos del coronavirus. Pero Turkmenistán sigue insistiendo en que milagrosamente ha podido esquivar la pandemia mientras invierte US$680 millones en cuidados de caballos en desmedro de su deficiente sistema de salud.
Kate Watters, cofundadora y directora ejecutiva de Crude Accountability, una organización centrada en justicia ambiental y social en Asia Central, explicó que, a diferencia de algunos de sus antiguos vecinos soviéticos, Turkmenistán "nunca tuvo ese momento de apertura". "El primer instinto en esa experiencia es decir 'No tenemos un problema'", dijo.
Las "medidas" que están tomando
Pero a pesar de su censura en torno al coronavirus y falta de transparencia en el número de casos, el país sí ha tomado precauciones en torno a la llegada de este.
A principios de abril, las autoridades turcomanas, junto con las agencias de la ONU en el país, discutieron un plan acción. Según la coordinadora residente de la ONU, Elena Panova, el plan incluye una coordinación a nivel país, comunicación de riesgos, investigación de casos, diagnósticos de laboratorio, entre otras medidas.
Panova explicó a BBC Mundo que confían en las cifras oficiales que el país les está mostrando. "Confiamos en la información oficial porque esto es lo que están haciendo todos los países", dijo. "No hay duda de confianza porque así es como funciona".
Según la funcionaria, las tempranas medidas para restringir los viajes que tomó el país podrían haber contribuido en la no aparición de casos. El país asiático cerró sus fronteras terrestres a principios de marzo y canceló los vuelos a China y a otros países a principios de febrero. Asimismo, desvió los vuelos internacionales de la capital al noreste donde crearon una zona de cuarentena y se mantiene restringido el movimiento entre ciudades.
Panova expresó que todos los que llegaron al país y tenían síntomas fueron evaluados, pero no maneja cifras exactas acerca de cuántas pruebas se realizan al día o cuántos test se han hecho en total.
"Lo que entendemos al hablar con funcionarios del Gobierno es que tienen pruebas suficientes. (…) Nos han dicho que tienen un cierto nivel de preparación y no lo dudamos... ya que los hospitales aquí están muy bien equipados", detalló la funcionaria que señaló además que estaban conversando sobre la adquisición de ventiladores e insumos médicos.
Además, los mercados y las oficinas están siendo fumigados con humo de hierba yuzarlik, utilizada como remedio herbal, luego de que Berdymukhamedov dijo que quemarlo evitaría "el virus", a pesar de que no existe evidencia científica de que eso sea real.
"Las autoridades han estado a la altura de su reputación al adoptar este método extremo para erradicar toda información sobre el coronavirus"
Jeanne Cavelier, responsable de Reporteros Sin Fronteras para Europa del Este y Asia Central
Mientras tanto, las autoridades han establecido tres zonas de cuarentena en todo el país en un intento por evitar la propagación de lo que los funcionarios llamaron "enfermedades infecciosas", detalló Radio Free Europe y Radio Liberty. Y se han recibido, de organizaciones y países, ayudas para enfrentar el brote, a pesar de que no lo han reconocido oficialmente
Rusia les envió cientos de kits de prueba, mientras que el Departamento de Estado de Estados Unidos les otorgó US$920.000 en asistencia de salud.
Criticas a su transparencia
A pesar de las "medidas" tomadas por las autoridades turcomanas para evitar la llegada del covid-19, asociaciones y organizaciones han criticado al país por ocultar información a sus propios ciudadanos y al exterior.
Reporteros sin Fronteras denunció que la situación no solo es "absurda, sino verdaderamente peligrosa", como dijo Jeanne Cavelier, responsable de la organización para Europa del Este y Asia Central. "Las autoridades han estado a la altura de su reputación al adoptar este método extremo para erradicar toda información sobre el coronavirus", agregó.
El dictador, que promueve el culto a su persona y se hace llamar "Gran Protector", es una amenaza para su nación, detalló la funcionaria.
"Esta negación de información no solo pone en peligro a los ciudadanos turcomanos en mayor riesgo, sino que también refuerza el autoritarismo impuesto por el Presidente. Instamos a la comunidad internacional a reaccionar y sancionarlo por sus violaciones sistemáticas de los derechos humanos", añadió.
Según el profesor Martin McKee de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, que estudió el sistema de salud de Turkmenistán, "las estadísticas oficiales de salud de Turkmenistán son notoriamente poco confiables".
"Durante la última década, han afirmado no tener personas que viven con el VIH/SIDA, una cifra que no es plausible. También sabemos que, en la década del 2000, suprimieron la evidencia de una serie de brotes, incluida la peste", agregó, ejemplificando que la pandemia es una más de esas situaciones.
Asociaciones como Human Rights Watch también han criticado que Turkmenistán sea "un país aislado y represor bajo el autoritario gobierno de Berdymukhamedov y sus asociados, por lo que castiga brutalmente toda forma no autorizada de expresión política o religiosa".
La ironía en la negación de la existencia de casos de coronavirus de Berdimukhammedov, expresó el abogado y autoridad de DD.HH. en Asia Central, Steve Swerdlow, es que su culto a la personalidad está particularmente relacionado con la salud y el estado físico. "Es un médico, como entendemos, es un dentista", dijo Swerdlow sobre el Presidente, que tiene 62 años y ha gobernado desde 2007. "Creo que esto solo se suma al absurdo y la tragedia de lo que le está haciendo a su gente con estos eventos públicos masivos y con la desinformación que está creando".