Este viernes, el Presidente de Perú,
Martín Vizcarra, comunicó la extensión hasta el 30 de junio de la cuarentena total en el país producto de la crisis ocasionada por la pandemia de
covid-19. La escena ya parece habitual:
desde el 16 de marzo que la nación vecina se encuentra en esa situación extraordinaria y, con este nuevo anuncio, completará tres meses y medio de confinamiento, el más largo de toda Sudamérica.
Con estas estrictas medidas, muchos podrían creer que Perú está doblándole la mano al coronavirus en comparación con sus vecinos. Pero las cifras dicen todo lo contrario: de acuerdo con los datos oficiales, hasta la fecha suma 111.698 contagiados (2.929 la última jornada), posicionándose en el segundo lugar sudamericano, sólo detrás de Brasil. Asimismo, registra 3.244 fallecidos, con una tasa de letalidad de 2,9%. Razones de sobra para que Vizcarra decidiera aumentar la cuarentena.
Con estos números, la situación en el país vecino llama la atención. A diferencia de Brasil, cuyo Presidente Jair Bolsonaro es un escéptico y se ha mostrado contrario al distanciamiento social (incluso trató al coronavirus de "gripecita"),
el Ejecutivo peruano ha tomado estrictas medidas desde la llegada del virus a sus tierras a principios de marzo: decretó cuarentena total, toque de queda nocturno, cerró fronteras y prohibió el transporte nacional terrestre y aéreo.
Del mismo modo, recién hace dos semanas permitió que los restaurantes pudieran funcionar bajo el sistema de reparto a domicilio, mientras que a partir del próximo lunes podrán volver a operar las aplicaciones de delivery. Estas dos medidas ciertamente buscan recuperar la actividad gastronómica, tan arraigada en el país vecino.
Pero pese a todo esto, las cifras siguen en aumento y, aunque el propio Vizcarra aseguró la semana pasada que la curva de contagios en Perú se encontraba en una meseta, el Mandatario reconoció este viernes que todavía no hay motivos suficientes para bajar la guardia, especialmente después de que en esta semana, la décima del estado de emergencia, se hayan registrado los récords de fallecidos y contagios en un día hasta colocar al país entre los mayores del mundo en número de contagios y muertes.
El problema de la desobediencia
Desde el Gobierno aseguran que una de las causas principales del aumento de casos de covid-19 es el alto número de exámenes que se han realizado. Hasta la fecha, Perú registra 750.526 test, siendo uno de los líderes regionales en esta materia (Chile, por ejemplo, ha realizado 442.093 pruebas).
111.698contagios por covid-19 suma Perú
Sin embargo, el propio Presidente Vizcarra ha reconocido que un factor determinante de esta alza es
la desobediencia ciudadana, ya que muchos peruanos no han respondido a la orden de quedarse en sus hogares y siguen saliendo de todos modos. "Requerimos la participación de todos, las autoridades y la población.
Es un tema de irresponsabilidad. Cuando salimos nos estamos engañando a nosotros, nos estamos contagiando, y después vemos hospitales abarrotados, UCI abarrotadas, después vemos cantidad de personas fallecidas", afirmó el Mandatario.
Para los expertos, este es el gran problema. Así aseguró a RPP el presidente del Colegio Médico del Perú, Miguel Palacios, quien de todos modos admitió que si no se hubiese llevado a cabo una cuarentena "la situación sería muy diferente, peor a la que estamos enfrentando".
En esa línea, recalcó que "la cuarentena comenzó bien, pero vino una segunda extensión y nosotros observamos en los últimos 10 días de abril que había ya una desobediencia civil. Había un desacato a la autoridad, ya no se respetaba la cuarentena, había mucho coche, muchas personas en las calles"
"La cuarentena comenzó bien, pero vino una segunda extensión y nosotros observamos en los últimos 10 días de abril que había ya una desobediencia civil. Había un desacato a la autoridad, ya no se respetaba la cuarentena, había mucho coche, muchas personas en las calles"
Miguel Palacios, presidente Colegio Médico del Perú
El dirigente gremial habla de tres
"bombas sociales" que han incidido en el aumento de los contagios: "la aglomeración en los mercados y bancos, la aglomeración de personas que buscaban retornar a sus pueblos y las personas que debían escoger entre el virus o morir de hambre".
En esa línea, son muchos los llamados a mantener la cuarentena total y hacer entender a la población que también debe aportar quedándose en casa. "Impedir que salga la gente las 24 horas del día por siete días a la semana no es solución, eso es de una manera decir pongo mi futuro en mano de las Fuerzas Armadas, cuando el futuro está en manos de nosotros, de los ciudadanos", ha dicho Vizcarra, en cuanto a la posibilidad de imponer un toque de queda más estricto de 24 horas.
Un sistema de salud que no resiste
En medio de la pandemia, el sistema de salud peruano también sufre. En los hospitales se encuentran bajo tratamiento 7.545 infectados, de los cuales 901 están conectados a respiradores artificiales en unidades de cuidados intensivos (UCI), la cifra más alta desde que comenzó la emergencia en el país. El miedo del colapso es inminente.
"El sistema de salud del Perú es un sistema que ha quedado obsoleto, ha quedado atrasado. Solamente menos del 3% del PIB va al sector salud, entonces esta pandemia lo que ha hecho es desnudar el estado catastrófico del sistema de salud del Perú", explicó a Voz de América el doctor Elmer Huerta.
Y esta precariedad también ha sido factor clave, según Miguel Palacios, quien reclamó que, al principio de la pandemia,
los profesionales de la salud contaban con poquísimos insumos para combatir el virus, lo que los convirtió en vectores.
Con todo, Perú sigue en cuarentena. Mientras, las colas en mercados y supermercados continúa y el llamado a quedarse en casa no genera un mayor impacto. Nadie escucha a las autoridades.