El intelectual egipcio Khaled Fahmy, profesor de Historia en la Universidad de Cambridge y especialista en epidemias, teme que los gobiernos aprovechen la pandemia del nuevo coronavirus para reforzar su control de seguridad sobre los ciudadanos.
"La forma en que los gobiernos van a poder vigilar los hechos y gestos de cada uno es alarmante", lamenta el académico, que vive exiliado en Gran Bretaña, en una entrevista en línea con la AFP.
"El temor es que, una vez que se concedan estos derechos a los gobiernos,
será muy difícil revocarlos", dice, basándose en el ejemplo egipcio.
En el país más poblado del mundo árabe (100 millones de habitantes), el Presidente Abdel Fattah Al Sissi aprobó en mayo una serie de enmiendas a la ley sobre el estado de emergencia, denunciada por los defensores de los derechos humanos como un refuerzo de los "poderes represivos" en nombre de la lucha contra el coronavirus.
Aumento de control
Estas enmiendas permiten al Presidente cerrar las escuelas, suspender el sector público, prohibir las reuniones públicas o privadas y poner en cuarentena a los viajeros que llegan al suelo egipcio.
"Si se compara lo que está pasando en Egipto ahora y la epidemia de cólera de 1947, la gran diferencia son los medios de comunicación y la forma en que estaban abiertos en ese momento, mientras que ahora están cerrados en términos de cobertura de la epidemia", subraya Fahmy.
"El temor es que, una vez que se concedan estos derechos a los gobiernos, será muy difícil revocarlos"
Khaled Fahmy
Desde el comienzo de la pandemia, las autoridades intensificaron su represión y detuvieron a varios periodistas y militantes.
"Lo que enfrentamos ahora es mucho más peligroso". Hay "un resurgimiento de la vigilancia y graves intrusiones en la intimidad, en nombre del control de la epidemia", asegura el académico, exiliado desde 2014 debido a sus opiniones críticas.
También toma nota de la suerte inquietante de unos 60.000 presos políticos del país, según varias ONGs, cuya salud se ve amenazada por sus condiciones de detención en cárceles superpobladas en plena pandemia. "Son detenidos injustamente y ahora están en peligro".
"Desde el siglo XIV hasta principios del siglo XIX, la peste se abatió sobre Egipto más de 190 veces. En promedio, Egipto fue afectado por la peste una vez cada nueve años", explica el historiador. Las "cuarentenas comenzaron a imponerse en Egipto de manera muy estricta" después de la pandemia de cólera de 1831, que había comenzado en China antes de propagarse a Medio Oriente.
Su libro
"All the Pasha’s Men" ("Los hombres del Pasha") relata cómo Mehmet Ali, oscuro gobernador otomano, se hizo dueño de Egipto en el siglo XIX a través de la creación de un poderoso ejército, implicado en todos los aspectos de la vida pública, incluida la salud.
Publicado en 1997, tuvo mucho éxito y todavía se encuentra en las mesas de los libreros instalados en las aceras de El Cairo.
El historiador explica también cómo, hoy en día, el ejército conserva un papel determinate. El ex general Sissi, que asumió el cargo de Presidente en 2014, reforzó aún más el rol del Ejército en la vida pública egipcia.
Recientemente
se desplegaron unidades militares para desinfectar calles y otros espacios públicos. Los militares también vendieron equipo de protección médica a los egipcios a precios asequibles.
Egipto registró, hasta la fecha, más de 16.000 casos, de los cuales más de 700 murieron, y el número de nuevas infecciones está aumentando, con centenares de casos detectados diariamente.
En el plano personal, Fahmy afirma vivir el confinamiento como un exilio reforzado. "Soy un egipcio que no puede regresar a Egipto por diversas razones y el hecho de estar en confinamiento refuerza esta realidad".