Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
EFE
El presidente Donald Trump celebró este sábado el primer lanzamiento de astronautas norteamericanos desde suelo estadounidense en casi una década, maravillado por el poder del cohete y el peligro al que se enfrentan sus pasajeros cuando se elevaron a la estratósfera y proporcionaron un momento de triunfo como país.
El exitoso lanzamiento le dio a Trump un momento para celebrar, en medio de una semana con protestas en varias ciudades estadounidenses por la muerte de un hombre afroamericano,
George Floyd, mientras estaba bajo custodia policial. A ello, se suma el número de muertos del país a causa del coronavirus, que supera los 100.000.
"Fue una vista hermosa y espero que todos la hayan disfrutado", dijo Trump poco después de que el cohete diseñado y construido por la compañía SpaceX de Elon Musk despegara para un viaje a la Estación Espacial Internacional.
"Cuando escuchas ese sonido y escuchas todo ese rugido, puedes imaginar lo peligroso que es", dijo Trump. "Cuando sientes el temblor, y estamos muy lejos, pero cuando sientes el temblor aquí, es bastante sorprendente. Hermosa vista. Una nave hermosa también".
Cuando se le preguntó por qué sentía que era importante estar en Florida para el lanzamiento, dado todo lo que está sucediendo en el país, Trump dijo que el lanzamiento fue una "gran inspiración" para el país.
"Sufrimos algo terrible, nunca debería haber sucedido. Y esa es una de las razones por las que quería estar aquí hoy. Pensé que era tan importante estar aquí hoy", dijo Trump. "Y creo que cualquiera de ustedes diría que fue una inspiración lo que acabamos de ver".
Trump visitó el centro de control de lanzamiento para felicitar a los involucrados y habló con Musk, quien llevaba una camisa estampada con el logotipo del lanzamiento.
Bajo el mandato de Trump, la NASA ha proporcionado a las empresas fondos de investigación y desarrollo para ayudar a construir su propia nave espacial. Además, la NASA espera confiar en parte en sus socios comerciales mientras trabaja para enviar a los astronautas a la luna en los próximos años, y a Marte en la década de 2030.