La fase más fuerte de la epidemia de coronavirus en Francia "ha quedado atrás", subrayó este lunes el ministro de Sanidad, Olivier Véran, después de la publicación de la cifra de muertes diarias más baja desde que se empezara esa contabilidad hace tres meses.
En una entrevista al canal "LCI", Véran advirtió de que eso no significa que "nos detengamos frente al virus", ya que no ha dejado de circular y se siguen identificando nuevos focos.
Pero hizo notar que "
solo un 1% de los test que realizamos es positivo".
Véran insistió en que hay que seguir evitando las grandes concentraciones de personas en espacios cerrados y recordó que se mantienen las restricciones para reuniones de más de 10 personas en la calle y los acontecimientos con más de 5.000 personas.
Su departamento anunció anoche que en las últimas 24 horas hubo nueve muertos en los hospitales de la covid-19 (los que se producen en las residencias no se actualizan todos los días), con lo que desde comienzos de marzo se llevan contabilizados 29.407.
En línea con la tendencia que se viene constatando desde hace dos meses, el número de personas hospitalizadas bajó en 28 hasta 10.881, y el de los que están siendo atendidos en la UCI también, con 2 menos hasta 869.
Este lunes Francia avanzó en la desescalada con la posibilidad de atender a los clientes de bares, cafés y restaurantes en el interior de los establecimientos -ya no solo en las terrazas- en la región de París, que mantenía normas particulares que ya habían desaparecido en el resto del país.
Además, ya es posible viajar a Francia sin restricciones desde los otros países de la zona Schengen, salvo desde España, a la que se aplican limitaciones por reciprocidad a la cuarentena que imponen las autoridades españolas.