Para poder votar por correo, los electores requieren un documento de registro o bien hacer una solicitud de una cédula de votación. ¿Pero qué ocurre cuando los lugares donde se realiza este trámite están cerrados o funcionando sólo a través de cita previa? Es un problema que ocurre en todo el país.
El sondeo más reciente de la Asociación Estadounidense de Bibliotecas, que son la fuente de los documentos de votación, halló que el 62% de ellas se encontraban totalmente cerradas y otras 26% ofrecían servicios limitados. De la misma forma, la mayoría de los departamentos vehiculares estatales -el principal lugar de registros para votar a nivel nacional y para obtener el carnet que algunos estados requieren- están operando con horarios limitados, en una capacidad reducida o sólo previo solicitud hora, de acuerdo a la Asociación Americana de Administradores de Vehículos Motorizados. Los pedidos de hora en Nuevo México, para dar un ejemplo, ya son para dos meses más.
Benjamin Hovland, quien presidente la Comisión de Asistencia para las Elecciones de EE.UU., dice que 40 estados tienen sistemas de registro de votantes en línea, algo muy beneficioso en tiempos de pandemia. La comisión ha hecho mejoras en su sitio web (www.vote.gov), con enlaces para registrarse en todos los 50 estados. Entre ellos, Ohio ha ganado puntos por su creatividad: Frank LaRose, secretario de Estado republicano, llegó a acuerdos con tiendas de abastecimiento y periódicos para distribuir cédulas de votación, que pueden ser enviadas con antelación, y ha trabajado con cervecerías para promover el registro electoral en estos meses: "Tomar cerveza y la democracia van juntos", dice acerca del programa, destacando el importante papel que jugaron los bares en el periodo colonial de Estados Unidos.
Una de las preocupaciones latentes entre las personas es cómo los lugares de votación se mantendrán libres de coronavirus. Un estudio los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), realizado después de las primarias en Wisconsin, la primera elección realizada luego que algunos estados solicitaran a sus residentes quedarse en casa, halló que 37 de los nuevos casos de covid-19 en los días después de la votación, fue precisamente entre personas que asistieron a las urnas, lo que marcó una advertencia para otros estados.
Como un ejemplo de la seriedad con la que se está abordando el tema, California entregó hace un mes un instructivo de 50 páginas a sus juntas electorales, con planes de prevención y extensiva capacitación. Eso se suma a las guías de recomendaciones de la CDC, que incluyen el distanciamiento social, el uso de mascarillas y el lavado de manos frecuente.
En Maine, lápices de uso personal -uno para cada votante- reemplazarán a los stickers que decían "Yo voté", que se entregaron en otras elecciones. En Carolina del Sur, se han probado hisopos para los oídos para manipular las pantallas táctiles de las estaciones electrónicas sin usar sus dedos, mientras que Indiana y Louisiana están entre los estados que ofrecerán coberturas de látex para los dedos con el mismo fin. Las personas que asistan a los locales de votación también se encontrarán con ventanas de cristal acrílico en algunas mesas y funcionarios trabajando con elementos de protección de pies a cabeza. Las máquinas de votación y los libros serán sanitizados regularmente durante el día de la votación.
En este tiempo, también han tomado forma acuerdos público-privados. La cervecera Anheuser-Busch está distribuyendo más de 236 mil litros de sanitizador de manos, en coordinación con organismos electorales. Se espera que esté disponible libremente en los lugares de votación para que quienes asistan puedan limpiar sus manos. En Ohio, el fabricante RB Sigma ha donado más de 450.000 máscaras quirúrgicas para que las utilicen quienes trabajen en los lugares de votación y los propios electores.
Este punto, que ha causado debate en Chile, ha sido discutido también en Estados Unidos: ¿qué ocurre con una persona que planea votar en persona y recibe un diagnóstico positivo de covid-19? En Estados Unidos existe la alternativa de votar por correo, pero pueden existir casos en que el diagnóstico llegue muy encima y no exista tiempo para hacerlo por esa vía. También están los casos de personas que han viajado y que, por restricciones de desplazamiento vinculadas a la enfermedad, no puedan volver a su lugar de residencia donde vota.
Para los estadounidenses, la alternativa de anticiparse a los problemas y votar tempranamente por correo es por lejos la mejor opción, ya que así no hay riesgo de tener problemas ante un diagnóstico positivo, una cuarentena o restricciones de movimiento para el día de la elección. Varios estados han estado trabajando en abrir más locales de votación anticipada para acomodarse.
El tener que lidiar con votantes que están enfermos no es nuevo en EE.UU.. En Alaska, por ejemplo, cualquier persona que no puede asistir personalmente a dejar su voto, ya sea por edad, enfermedad o impedimento físico, puede designar a un representante para que vaya a depositar su cédula de votación. Muchos estados entregan opciones similares ante emergencias, aunque en su mayoría se enfocan en la votación anticipada y no para el mismo día de la elección. Si alguien simplemente no tiene opción, las autoridades electorles han dicho que pueden ir a su lugar de votación y recibirán un trato especial. Se están instalando estaciones de votación alejadas del resto, para aquellos que sepan o sospechen de que están infectados con el virus y decidan reportarlo al asistir.
Ari Schaffer, vocero de la secretaría de Estado de Georgia, dice que el estadio State Farm de Atlanta es suficientemente grande para tener estaciones de votación separadas para quienes sean positivos por covid-19, pero no es algo que pueda hacerse extensivo a todos los locales de votación.
En Iowa, en tanto, se permite la votación "de paso" -sin tener que entrar al local- para quienes tienen algún impedimento físico, algo que fue expandido a otras personas vulnerables durante las primarias. Los locales de votación también están siendo consolidados en espacios más grandes, tales como gimnasios, auditorios y estadios, para poder hacer respetar el distanciamiento social recomendado.
Si bien usar mascarilla es una recomendación por parte de las autoridades sanitarias, puede ocurrir que un votante decida acudir a las urnas sin usarla.
La mayoría de los estados no ha llegado a exigir el uso de mascarilla el día de la elección, ya que el voto es un derecho protegido. El escenario más común que se ha proyectado, es que a aquellos electores que lleguen sin protección, se les ofrecerá una. Si declinan utilizarla, entonces se les conducirá a una mesa especial distante del resto, en los locales donde el espacio lo permita. En lugares más pequeños, ningún otro votante podrá ingresar hasta que esa persona haya votado.
Todas las precauciones que están tomando los estados, probablemente aumente el tiempo promedio que demora emitir el voto. Esto nuevamente subraya la máxima recomendación que realizan las personas vinculadas al proceso electoral: planificar el voto y preparse anticipadamente.