Jon Ossoff (izquierda) y Raphael Warnock (derecha), los dos candidatos demócratas que buscan la hazaña.
AFP
En medio de una altísima expectación, el estado de
Georgia celebra este martes unas
elecciones senatoriales cruciales que definirán el destino de la Cámara Alta de Estados Unidos en el próximo período, a 15 días de que el demócrata
Joe Biden se convierta en Presidente del país norteamericano.
Esta segunda vuelta electoral es de tal importancia que tanto el Mandatario electo como el actual gobernante, el republicano Donald Trump, han desplegado toda su maquinaria para estar en Georgia un día antes y apoyar a los candidatos de sus respectivos partidos.
Son dos los escaños que otorga este estado que hace 20 años no elige a un demócrata para el Senado. Pero, si logran la hazaña, los candidatos
Raphael Warnock, un pastor afroamericano de 51 años, y
Jon Ossoff, un productor audiovisual de 33, inclinarán la Cámara Alta hacia su partido, otorgando todos los hilos de poder a Biden.
De conseguirlo, el Senado quedaría con 50 escaños para cada fuerza, por lo que la futura vicepresidenta Kamala Harris tendría el voto decisivo, haciendo que la balanza se inclinara hacia su lado en esta cámara hoy de mayoría republicana.
De lo contrario, en caso de que los republicanos Kelly Loeffler o David Perdue se impongan, el Senado seguirá bajo el control de la colectividad conservadora, una cuestión de vital importancia ahora que serán oposición, ya que podría servir de contrapeso a las reformas que quiere impulsar el futuro Presidente.
Todo esto ocurre mientras
Donald Trump protagoniza una gran polémica luego de que el domingo el diario The Washington Post revelara una llamada del Mandatario al encargado electoral de Georgia, el también republicano Brad Raffensperger, donde
le pide "encontrar" las papeletas necesarias para anular su derrota en este estado clave en las recientes elecciones presidenciales de noviembre.
De momento no hay certeza si este hecho puede inferir en los resultados de las elecciones de este martes, pero sí está claro que le pone más condimento a esta historia.
El primer duelo: Ossoff versus Perdue
Con 33 años, el demócrata Jon Ossoff tiene todavía un currículum escueto, pero ninguna duda sobre todo lo que hay en juego tras su candidatura. "Vamos a marcar la historia el martes", lanzó este fin de semana ante un pequeño grupo de electores reunidos en Eatonton, un municipio rural de casas modestas.
Productor de documentales de investigación y ex colaborador parlamentario, Ossoff ha enfatizado en su condición de judío e hijo de migrante como una de sus fortalezas para integrar y crear un Senado más diverso.
Al frente tiene a
David Perdue, de 71 años, candidato a la reelección y empresario cuya familia es famosa por su imperio en la industria del pollo. En las últimas horas frenéticas de la campaña, este fiel "trumpista" ha tenido que dejar las calles tras
detectarse un caso de covid-19 en su entorno cercano por el que está guardando cuarentena. Pero Perdue sigue presente en las pantallas.
El martes, los electores de Georgia decidirán si los estadounidenses se inclinan por "vivir bajo un gobierno opresor socialista" o si continúan disfrutando de la libertad, proclamó el domingo en Fox News.
En la primera vuelta del 3 de noviembre, Perdue se quedó a un paso de alcanzar el 50% necesario (49,7%), frente al 47,9% de Jon Ossoff.
Warnock versus Loeffler
En la otra contienda, el demócrata Raphael Warnock buscará desbancar a la senadora republicana Kelly Loeffler. La parlamentaria, de 50 años, ha hecho una intensa campaña a bordo de su jet privado, con el que ha recorrido todo Georgia. "Juntos vamos a detener el socialismo", ha afirmado.
A la actual senadora le gusta recordar su infancia modesta en una granja antes de hacer carrera en los servicios financieros. Y se presenta siguiendo la línea de Donald Trump. "David Perdue y yo somos personas de negocios, somos 'outsiders', no le debemos nada a nadie", subrayó en Cartersville. "Y juntos vamos a salvar a Estados Unidos".
Raphael Warnock, por su parte, acusa a Loeffler de haber
"sacado provecho de la pandemia", como David Perdue, vendiendo acciones en base a informaciones privilegiadas. Algo que ella niega.
Undécimo de una familia de 12 hijos, este pastor afroamericano afirma que nació en la "pobreza", de una madre que trabajaba en los campos de algodón. Su camino hasta la iglesia de Martin Luther King, y después como candidato para el Senado, solo es posible en "Estados Unidos".
"Me presento al Senado estadounidense porque creo en la promesa estadounidense, sé que está viva. Pero se le está escapando a demasiados de nuestros hijos", aseguró a los electores.
Warnock acabó primero en la elección de noviembre, por delante de Kelly Loeffler por más de 300.000 votos. Pero esta última podría beneficiarse del trasvase de apoyos de un rival republicano eliminado en primer turno, que había recibido más de un millón de votos.