Eran cerca de las 22:30 horas del jueves en Lima (23:30 en Chile) cuando el economista
Pedro Francke, que sonaba como fijo para liderar el Ministerio de Economía en
Perú, abandonó sin dar declaraciones el Gran Teatro Nacional, donde una media hora después el flamante Presidente
Pedro Castillo tomó juramento a 16 miembros de su gabinete, quedando pendientes la citada cartera de Economía y la de Justicia.
La escena de anoche es solo un reflejo de lo controversial y caótica que ha sido la elección del nuevo gabinete. La ceremonia de juramentación estaba programada inicialmente para las 16:30 horas del miércoles (17:30 en Chile), poco después de la asunción de Pedro Castillo como Mandatario, pero los problemas para designar su equipo de trabajo retrasaron todo.
Aún faltaba por conocer al presidente del Consejo de Ministros (primer ministro). La incógnita se acabó la tarde del jueves, en Ayacucho. El elegido fue el congresista
Guido Bellido, nombramiento que instantáneamente sacó ronchas en algunos sectores políticos y causó polémica por su postura ultra radical y sus declaraciones del pasado catalogadas de homofóbicas y misóginas.
Se trató, sin dudas, de una sorpresa. El legislador no figuraba en las predicciones de los especialistas y su llegada al Gabinete fue interpretada de inmediato como una señal del poder que ejercerá en el Ejecutivo el líder y fundador del partido Perú Libre, Vladimir Cerrón.
La figura de Cerrón, médico marxista y ex gobernador regional que fue condenado por corrupción, es tóxica para muchos, incluso para gran parte de los que votaron por Castillo y que confiaban en que se distanciaría de la misma.
De esta forma, el nombramiento de Bellido, mano derecha de Cerrón, también fue interpretado como un acercamiento del Mandatario a la izquierda radical que defiende el partido Perú Libre, en vez de la moderación que exhibió en la campaña electoral, con un equipo más confrontacional que conciliador y más orientado a contentar a los diferentes sectores de la izquierda que a unir a un país radicalmente fragmentado y polarizado.
Acusaciones
El arribo de Guido Bellido al Gobierno encendió inmediatamente las alarmas de los medios de comunicación peruanos, que recordaron sus diversas declaraciones y publicaciones en medios de comunicación de tinte misógino y homofóbico.
Asimismo, ha sido cuestionado por mensajes de apoyo a Corea del Norte y declaraciones en las que aseguró que el sistema político de Cuba es una democracia.
Pero sin dudas su mayor polémica tiene que ver con s
us palabras sobre el grupo terrorista Sendero Luminoso. En 2017, Bellido rindió en su cuenta de Facebook un homenaje a Edith Lagos, miembro del movimiento que murió en 1982 durante una emboscada a una patrulla de la ex Guardia Republicana.
Este año, al ser consultado por sus dichos, el entonces candidato al Congreso afirmó que esa frase era "una expresión, asumiendo el derecho que tiene todo peruano de expresarse". "El país estaba en un desastre, hubo peruanos que equivocadamente tomaron un camino, ¿son peruanos o no? Por eso tienen sus derechos. ¿Qué tienes contra los senderistas?", agregó.
Esas palabras valieron que la Fiscalía peruana abriera una investigación contra Guido Bellido por apología del terrorismo, la que sigue en curso.
Con todo esto, el nombramiento del primer ministro despertó una serie de críticas de figuras de todo el espectro político, que consideraron que no generará ni la confianza ni los consensos que requiere Perú en medio de la crisis sanitaria, económica y social que afronta por la pandemia.
La salida de Francke
La decisión de nombrar a Bellido también indignó a Pedro Francke, quien aparecía como el seguro ministro de Economía de Perú. El economista había participado en la campaña electoral de Castillo y también fue figura importante en el proceso de transición de mando, sin embargo, su perfil menos radical generaba dudas en Perú Libre.
Según explica el diario La República, Francke había sido fundamental para calmar a los agentes económicos. Durante la campaña de segunda vuelta se reunió con empresarios y economistas para explicar el plan de Gobierno de Castillo y así disipar los temores.
De este modo, el mismo medio explica que el jueves, tras enterarse del nombramiento de Guido Bellido -que había criticado públicamente al economista-, "Francke comentó que no había sido convocado para el gabinete y que,
ante la polémica designación, ya no consideraba que tenía sentido sumarse al Ejecutivo".
El Ministerio de Economía, entonces, se quedaba sin titular. Y pese a que Castillo intentó convencer a Francke, no lo logró.
De momento, todo es incertidumbre. Aún queda saber quiénes serán los ministros de Economía y Justicia, mientras que Guido Bellido deberá comparecer ante el Congreso, que deberá aprobar su nombramiento. Con todos los antecedentes, se prevé una tarea bastante complicada, en un Parlamento donde el oficialismo no tiene mayoría absoluta.